Los factores para que el Banco de México eleve el precio del dinero, es decir, la tasa de interés, a mediados de noviembre, no dejan de confabularse, lo que terminará por afectar el crecimiento de la economía mexicana el próximo año.
Banxico enfrenta constantes presiones por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, que ha dicho adiós a la época del dinero barato y seguirá con el aumento de su tasa de interés en diciembre y el próximo año, lo cual le resta atractivo a los activos mexicanos como la deuda y el peso.
Especialistas consultados coinciden en que Banxico elevará en 25 puntos base su tasa de interés el 15 de noviembre a 8%, esto, aun cuando la Fed mantenga su tasa en su reunión del 8 de noviembre.
Si bien a Banxico le interesan todas las variables como la inflación y el tipo de cambio, la diferencia (entre las tasas de México y Estados Unidos) la han señalado de manera muy repetida. El mercado se lo está pidiendo (un alza) y creo que sí lo va a hacer
Oscar Luna, director de mercado de dinero en Finamex Casa de Bolsa.
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La depreciación que ha sufrido la moneda mexicana en las últimas semanas también puede generar presiones inflacionarias si se aceleran sus pérdidas. En octubre, el peso ha perdido 6.63% su mayor caída desde noviembre del 2016 cuando se hundió 7.80%.
Luna comentó que, a pesar de las pérdidas que ha tenido el peso, ha habido liquidez en el mercado y su comportamiento no se separa de otros emergentes.
“Tiene que subirla ya (la tasa), la Fed va a subirla en diciembre y otras dos veces más en el 2019. Banxico no puede aguantar más”, comentó Gustavo Fuentes, analista bursátil independiente.
No obstante, el aumento en la tasa de interés, además de encarecer el financiamiento, como los créditos bancarios, amenaza con lastrar el crecimiento de la economía mexicana, especialmente en el primer año de gobierno en el que típicamente el Producto Interno Bruto (PIB) suele desacelerarse por la curva de aprendizaje del nuevo gobierno y los retrasos en la ejecución del Presupuesto.
Para el próximo año el consenso de analistas espera un crecimiento de alrededor de 1.9%.
Lo anterior, sumado al aumento de la tasa de Banxico puede reducir el margen de maniobra para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya que tasas de interés más altas encarecen el crédito, así como las tasas que debe pagar el gobierno a los tenedores de la deuda nacional.
En la última reunión de política monetaria de Banxico, la Junta de Gobierno decidió mantener la tasa de interés referencial en 7.75%, aunque el subgobernador Manuel Ramos Francia votó a favor de aumentarla en 25 puntos.
Ramos Francia dijo que dado que no se cumplirá la meta de inflación de 3% +/- 1%, no actuar en consecuencia podría ser muy costoso para la credibilidad del Banco de México. En septiembre la inflación general subió 5.02% anual, mientras que la subyacente aumentó en 3.67%.
Banxico va a subir la tasa y no por la depreciación del peso, sino por las presiones inflacionarias, lleva ya cuatro meses sin aumentarla
Ivan Franco, director de la consultora Triplethree International.
En tanto, Luna indicó que luego de que la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México ha generado dudas sobre cómo tomará decisiones el próximo gobierno, lo ideal es que la próxima administración brinde certidumbre ya que la inversión pública no puede sustituir por completo a la privada.
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