México logró superar el año sin cambios en su calificación crediticia y manteniendo su grado de inversión en la escala de las agencias calificadoras, pero en el 2022 seguirá siendo un riesgo latente el que pueda cambiarse, especialmente por la incertidumbre que se vive en el país.
El gobernador de Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León reconoció que el país tiene retos que atender para mejorar el perfil ante los ojos de Standard & Poor’s, Fitch Ratings y Moody’s, que si bien mantuvieron sin cambios la calificación de la nota soberana esto podría cambiar.
Es muy importante destacar que en la región, el común denominador ha sido más de un ajuste y han sido reducciones un poco más significativas
dijo Díaz de León en conferencia durante la presentación del reporte de estabilidad financiera.
Tanto en el aspecto macrofinanciero como en lo micro, el gobernador reconoció los retos existentes que han manifestado las tres agencias calificadoras en sus reportes y sostuvo que conllevan “una serie de esfuerzos que hay que hacer”.
“En el presente reporte se consideran riesgos macrofinancieros para la estabilidad financiera (como) potenciales incrementos a las primas de riesgo tanto soberanas como de Pemex, así como afectaciones a sus respectivas calificaciones crediticias”, de acuerdo con el reporte publicado este miércoles.
Las declaraciones de Díaz de León surgen tras la ratificación de S&P, que mantuvo la nota soberana en BBB, a dos escalones de perder el grado de inversión, y con perspectiva negativa.
Entre los elementos que pueden perjudicar la calificación en la escala de S&P figura la reforma eléctrica que busca beneficiar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre los privados y los apoyos a Petróleos Mexicanos (Pemex).
El impacto de un recorte
Dado que la deuda soberana constituye una referencia de mercado, Banxico no descarta ajustes generalizados en las primas de riesgo que también afectarían el costo de financiamiento de los hogares y las empresas, y podrían dificultar el acceso al financiamiento del sector privado.
Lo anterior podría implicar una reasignación de recursos internos, pudiendo desplazar proyectos que de otra forma serían financieramente viables,
informó Banxico
Moody’s, la primera en advertir sobre reforma eléctrica
Desde la escala de Moody’s, la nota soberana está en Baa1, tres niveles por encima del grado de inversión pero también con perspectiva negativa, es decir, que de haber un cambio es más probable que sea un recorte en la calificación.
La agencia indicó hace unos meses que la propuesta que busca fortalecer a la CFE inhibiría la inversión, disminuye la transparencia operativa, desalienta inversiones de privados para la generación, frena las energías renovables y puede aumentar el costo de la energía.
Banxico también subrayó los factores de mediano plazo que las calificadoras consideran como fuente de incertidumbre, como “el riesgo de que la postura económica y fiscal se deteriore por la continua incertidumbre relacionada con la dirección de la política pública”.
Una gobernanza relativamente débil; una perspectiva de crecimiento bajo a largo plazo; una base tributaria no petrolera relativamente baja, y los riesgos provenientes del modelo de negocio de Pemex, que podrían empeorar la evaluación del soberano en vista de sus pasivos contingentes,
sostuvo el banco central
Mientras que en la escala de Fitch Ratings, la nota soberana está en el último nivel a punto de perder el grado de inversión en BBB-, aunque con perspectiva estable.
En su última evaluación, Fitch consideró que el crecimiento de la economía en el mediano plazo rondará el 2%, afectado principalmente por la incertidumbre en la inversiones por “ruido político, calidad de gobierno y bajo crecimiento de la productividad”
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