Las recientes presiones en la inflación han hecho que algunos integrantes del Banco de México (Banxico) endurezcan su postura, sin embargo, a decir de uno de los miembros y especialistas, el tono del propio banco central puede estar contaminando las expectativas para los precios.

En la última reunión de política monetaria, los cinco integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico decidieron, de manera unánime, dejar la tasa de interés en 8.25%, un máximo desde 2009; sin embargo, el subgobernador Gerardo Esquivel votó en contra del tono restrictivo del comunicado, así como por el balance de riesgos para la inflación.

Me preocupa en particular el hecho de que las expectativas de inflación y las primas por riesgo inflacionario estén aumentando a pesar del comportamiento relativamente favorable de la inflación en 2019. No es del todo improbable que estas expectativas estén siendo afectadas por la propia comunicación del banco central

dijo el subgobernador de Banxico, Gerardo Esquivel.

De acuerdo con la última decisión de Banxico, ante el entorno de marcada incertidumbre, se considera que aún persiste un balance de riesgos al alza para la inflación respecto a su pronóstico.

“El banco central tiene un discurso excesivamente restrictivo que influye en los demás agentes económicos que pueden decir ‘es tan restrictivo que algo verá’ (…) Si hablas con algunos gestores de portafolios, te das cuenta que ellos dicen por algo el banco está así, le tienen fe ciega en algunas cosas y se junta que el Banco es muy desconfiado del nuevo gobierno y se ha puesto el papel de contrapeso”, dijo Joel Martínez, director general de Visor Financiero.

Uno de los principales puntos de discusión entre Esquivel y otros integrantes fue el aumento del salario mínimo, el cual pasó de 88.36 pesos a 102.68 pesos diarios, y hasta 176.72 pesos al día en los estados de la frontera norte.

En el caso de los 2,131.74 pesos mensuales de salario mínimo que se paga en gran parte del país, esto apenas ha rebasado la línea de bienestar (canasta alimentaria más no alimentaria) de 3,104.57 pesos en abril.

En el comunicado, Banxico indicó que, dada la magnitud de los aumentos en el salario mínimo, además de su posible impacto directo, se enfrenta el riesgo de que estos propicien revisiones salariales elevadas en diversos sectores.

“Difiero también del énfasis en el aumento del salario mínimo como un riesgo al alza en la inflación. A cinco meses de dicho aumento, no existe ninguna evidencia convincente de que esto esté ocurriendo en la realidad”, dijo Esquivel.

No obstante, para otros especialistas, como el subdirector de análisis económico de CI Banco, James Salazar, Banxico debe cuidar su lenguaje para no dar pie a los participantes de los mercados financieros a mal interpretar el tono del banco central.

(…) Banxico debe ser muy cuidadosos en no generar expectativas de más en los mercados financieros, porque los agentes económicos todavía pueden comportarse de alguna forma más racional pero en los financieros no necesariamente, en el trading es más dinámico y volátil y ante cualquier detalle mínimo en el tono lo compran como un hecho

comentó James Salazar, subdirector económico de CI Banco.

Ante el reciente panorama que generaron las amenazas de aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump y la baja en la calificación de Pemex por parte de Fitch, se corre el riesgo de que Banxico argumente estos factores como riesgos latentes para mantener su actual tasa de interés, en momentos en los que la economía mexicana enfrenta una desaceleración.

Con una débil economía, la inflación no va a seguir subiendo, va a caer más rápido de lo que el Banco piensa, les va a ganar la realidad

dijo Joel Martínez.

Por lo pronto, la inflación general se desaceleró ligeramente en mayo a 4.28%.