En este espacio mencionamos sobre el proceso para nombrar al nuevo economista en jefe del Banco de México (Banxico), y lo que se confirma es que será una encomienda total y exclusiva de Arturo Herrera, próximo gobernador del banco central. Al interior las apuestas están a favor de Alejandrina Salcedo Cisneros, para sustituir a Daniel Chiquiar, que por motivos de salud dejó recientemente el puesto.
Salcedo Cisneros es responsable de la Dirección de Análisis sobre Precios, Economía Regional e Información de Banxico, y aunque cuenta con todas las cartas credenciales académicas y de experiencia, en su trayectoria tiene una presencia fugaz en la administración anterior como titular de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública y esto pesaría más que cualquier otro elemento.
Arturo Herrera estará en la disyuntiva de elegir un economista cercano o afín al pensamiento de la 4T o bien alguien con la suficiente experiencia y sensibilidad en el análisis económico para sustentar la decisiones de política monetaria, y subsanar las debilidades de Herrera.
Mientras tanto, el propio Banco de México abrió una convocatoria mediante la American Economic Association para fortalecer su área de investigación económica, y dentro de los requisitos para los candidatos a ocupar una plaza en el banco central se especifica claramente que el puesto es de tiempo completo, y si fuera el caso, deberían de suspender sus actividades académicas, lo que dista mucho de Arturo Herrera quien recientemente en su cuenta de Twitter presumió su arribó como profesor visitante en El Colegio de México
Revuelta bursátil
Hay que tomarlo con mucha reserva, pero comienza a tomar fuerza que la apatía bursátil en México, con años sin ofertas públicas primarias de acciones, salida de emisoras, y la cada vez mayor presencia de valores extranjeros en la operatividad local, estaría por cobrar una de sus primeras víctimas.
Se trataría de José Oriol Bosch, actual director del Grupo BMV, que mantiene una alta presión por los negativos resultados del mercado y del propio negocio, y una contención de costos que dicen pronto llegaría a su límite.
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Un factor adicional es que con Marcos Martínez Gavica, presidente del Consejo de Administración del Grupo BMV, no ha tenido la mejor relación desde su llegada. En tanto que para Biva sus presiones son más bien desde el punto de vista financiero porque ante la incapacidad de conseguir las ambiciosas metas con las que justificó su llegada, que ahora quiere resarcir vía una disposición legal para captar artificialmente volumen del escuálido mercado bursátil nacional, debe atender las crecientes preocupaciones del fondo de capital privado LIV Capital.
Así es que la compleja situación del financiamiento bursátil debe ser atendida más bien a profundidad y con cambios estructurales, que por cierto la administración del presidente López Obrador había ofrecido cuando llegó al gobierno.
