Slim, nada fashion

La semana pasada comenzaron a desmantelar la tienda departamental Saks Fifth Avenue de Polanco, que como se sabe, es un concepto que Carlos Slim Helú trajo a México, opera desde 2006 y por el que paga medio millón de dólares al año sólo por el uso de la marca.

El ‘Rey Midas’ de los negocios no pudo rentabilizar su apuesta a las grandes marcas de moda en un momento en el que están por cumplirse los 15 años de vigencia del acuerdo con Saks Company, ya que en este tiempo solo se abrieron dos tiendas. La crisis económica no ayuda y provocará que sólo sobreviva un establecimiento, el de Santa Fe, que se inauguró en 2007.

Lo importante es que justo el próximo año vence el acuerdo y aunque existe la opción de renovarlo por otros 10 años, quizá sea esta la coyuntura en la que el equipo de Slim espera para decirle adiós a la icónica marca estadounidense.

El siguiente paso sería ampliar la oferta de sus tiendas Sears, de las que opera cerca de 100 establecimientos y cuyo concepto es totalmente su propiedad desde 2016.

Rebelión contra el SPEI 

Nos cuentan que se estaría gestando una especie de rebelión en contra de las disposiciones del Sistema de Pagos Electrónicos o SPEI, de Banco de México, especialmente por el tema de la infraestructura que requieren las más de 80 instituciones conectadas a la plataforma de pagos.

Resulta que el marco legal establece que los servidores necesariamente deben estar en el territorio nacional, es decir, que no está permitido el uso de la nube como enlace en estas transacciones de alto volumen. Se sabe que algunos participantes ya se acercaron a la institución que gobierna Alejandro Díaz de León, y la respuesta tajante es que obedece a un tema de seguridad y control interno del SPEI, que atravesó por momentos críticos en 2018.

Algunos de los participantes argumentan los altos costos que implica la modalidad y más ahora que el negocio financiero será afectado por la caída de la economía. Por lo tanto urgen alternativas para mejorar la estructura operativa de las instituciones.

Pero el tema de la nube y en general de las nuevas tendencias tecnológicas prácticamente está a la deriva pese a que la administración de AMLO ofreció poner enfásis en la modernización del sistema financiero, pero los cambios en las prioridades de Hacienda, el adelgazamiento de la estructura burocrática y la falta de experiencia de quienes deberían de ser los encargados no sólo amenaza con frenar la implementación de algunos avances, como la Ley Fintech, sino con rezagar al sistema financiero local y hacerlo menos competitivo.

Fibra Uno, ¿mala señal?

Mientras que el equipo de análisis de Scotiabank destacó el balance financiero; el perfil de vencimientos con apenas 2% de todos sus pasivos programados para los próximos 24 meses; y el acceso a líneas de crédito de Fibra Uno, la semana pasada sorpresivamente se suspendieron los trabajos para una potencial reapertura de sus emisiones que vencen en 2030 y 2050, lo que para algunos inversionistas fue interpretado como focos amarillos para el fidecomiso inmobiliario más grande del país, ante los efectos potenciales que traería la fuerte caída de la economía este año y la situación de sus inquilinos.