Resolución judicial

En noviembre del año pasado, Ualá anunció un acuerdo con los accionistas de ABC Capital –que preside Mario Laborín- mediante el cual supuestamente compraban el banco que enfrentaba graves problemas de capitalización y deterioro de sus operaciones, con el propósito de cumplir con los requisitos regulatorios para que la fintech argentina pudiera operar sin limitaciones en México mediante la licencia bancaria, que en esencia es lo más valioso y único de ABC Capital, y el principal interés de Ualá para poder acelerar sus planes de expansión.

La autorización final de dicha operación sigue pendiente por parte de la CNBV y mientras esto sucede Ualá aceleró la promoción de cuentas de depósito y diversos servicios relacionados, mediante una senda campaña de publicidad donde necesariamente debe asociar los dos nombres: Ualá ABC Capital, y para los productos simplemente Ualá ABC.

Pero en la revisión de los términos del acuerdo de transferencia de la licencia bancaria se habría establecido como requisito ineludible que ABC capital solucione una demanda legal que data del año 2019 con Man Grupo Inmobiliario, que debido a la pandemia y a los recursos interpuestos por ABC Capital se ha venido retrasando por meses, pero que ahora entró en una etapa decisiva y tan pronto como en esta semana habría humo blanco en este diferendo millonario que podría afectar, o prolongar todavía más, la operación pendiente de ABC Capital.

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Y es que tardíamente, los accionistas de Ualá conocieron la situación legal con Man Grupo Inmobiliario, y no precisamente por ABC Capital, que previamente transfirió a un holding los créditos en litigio para supuestamente limpiar sus números y esconder el tema, sino más bien por una misiva que recibieron directamente de los afectados, y que no dejaron pasar por alto al cuestionar a ABC Capital el fondo y la respuesta para enfrentar dicho problema.  

Mala impresión

Hoy la delegación del IMSS en Tamaulipas a cargo de Velia Silvia Delfin anunciará al ganador de un contrato para surtir cartuchos de impresión, cuyo monto rondará 35 millones de pesos, aunque este proceso está lleno de notorias irregularidades donde diversas voces señalan a David Adonai Cano Córdova, responsable de la Coordinación de Abastecimiento y Equipamiento del IMSS Tamaulipas como el principal artífice. 

Para empezar el fallo se emitirá un día hábil después de haberse presentado las propuestas; se da por hecho que el ganador del contrato sería Grupo Paliba propiedad de Lorenzo Bujaidar Blackaller, con una oferta de cartuchos marca Lexmark a un costo tres veces más alto que su precio normal, lo que provocaría una grave daño al erario público; y ante la situación el resto de los participantes preparan sendas quejas que podrían permear al IMSS a nivel nacional. 

Hay una posibilidad, que aunque remota debería de  considerarse para evitar este tipo de licitaciones amañadas.

En 2020, la delegada Velia Silvia Delfin, desecho un proceso de compra similar para cuidar los intereses del instituto, donde curiosamente fue la empresa Lexmark la descalificada por presentar cartuchos usados y reciclados.

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