En un día normal, entre semana se realizaban 34.56 millones de viajes entre la Zona Metropolitana del Valle de México y la Ciudad de México, sin embargo, con la llegada de COVID-19 esa movilidad se redujo en promedio 70%, lo cual ha puesto en problemas a las personas que obtienen ingresos por proveer servicios de movilidad. 

El sector de la movilidad urbana, que incluye a transportistas concesionarios, esquemas de hombre- camión y empresas, es responsable de entre el 3% y 4% del PIB nacional de acuerdo con la Asociación Méxicana de Transporte y Movilidad (AMTM), además emplea a 103,218 personas según cifras del INEGI.

Para esas personas la falta de actividad se ha traducido en una significativa reducción de ingresos, dado que ellos a diferencia de las redes de transporte como metro, metrobús, tren ligero y RTP no reciben subsidios gubernamentales, por lo que el total de sus ganancias va en función de la cantidad de pasajeros que trasladan, demanda que no esperan mejore en el corto plazo.

No esperamos una recuperación rápida, por lo que estimamos que en un horizonte favorable estaríamos hablando de al menos un año y medio para que a finales de 2021 esto empiece a tomar cause ,

dijo Jesús Padilla Zenteno presidente de la AMTM durante el foro virtual La Ciudad y sus Demonios.

No prevén que esa situación mejore pese a la gradual reanudación de actividades “en tanto no se encuentre una vacuna y sea latente el repunte de contagios tendremos que permanecer con sana distancia dentro de las unidades” destacó Padilla Zenteno.

Hasta el momento, los programas para atender a ese sector van por cuenta de los gobiernos estatales. En el caso de la CDMX en abril inició un programa de entrega de bonos mensuales de combustible de 4,000 pesos para unidades de ruta como microbuses y de 6,000 pesos para unidades de corredores, como autobuses.

Además de prórrogas de tres a cuatro meses en el pago de créditos adquiridos previamente para renovación de flota de vehículos de taxi, autobuses y microbuses.

Sin embargo, al menos en el caso del bono, la cantidad es insuficiente dado que abarca el consumo de combustible de aproximadamente dos días, dijo Nicolás Rosales, director de Relaciones Institucionales de la AMTM.

Agregó que la baja en la demanda y los costos de operación obligará a los transportistas a buscar modelos alternativos de negocio y fuentes de financiamiento.

Empresas como Urbvan y Jetty han optado por enfocarse a los sectores esenciales. En un comunicado Urbvan informó que firmó 20 alianzas con sectores farmacéutico, hospitalarios, retail, de consumo y reparto, entre otros, logrando hasta inicios de mayo 7 mil 268 viajes.

Por otro lado Jetty habilitó en Toluca rutas de transporte para personal hospitalario a precios preferenciales que pasaron de 50 pesos a 12 pesos. Adicionalmente lanzaron una versión de la aplicación de libre uso para transporte público.

“Esta versión podrá ser adoptada sin costo por cualquier concesionario, de cualquier ruta, de cualquier ciudad mexicana que quiera ofrecer un servicio más eficiente y seguro, con lo que cada transportista puede ofrecer a sus pasajeros algunas funcionalidades de la aplicación original, sin tener que incrementar el precio de la tarifa pública”, dijo la empresa en un comunicado.

El tránsito a la nueva normalidad

Aun con la reanudación de las actividades la AMTM no prevé que los operadores de transporte principalmente del esquema hombre-camión recuperen más del 20% de su demanda habitual, principalmente debido a que el trabajo desde casa se mantendrá, destacó Nicolás Rosales.

A lo que se suma la posibilidad de que más personas opten por utilizar vehículos privados y para evitar una saturación de las vías de comunicación, lo que recomienda es que haya mayor interconexión entre los sistemas de transporte, principalmente con la Zona Metropolitana de la CDMX.

Por ejemplo con la construcción de infraestructura ciclista, no solo vías sino biciestacionamientos masivos, y que las unidades de transporte sean habilitadas con racs o sistemas de carga que permitan transportar las bicicletas en los camiones y autobuses.

Además los transportistas deberán hacer adecuaciones en las unidades con tecnología para eliminar el cobro en efectivo, inversiones complicadas considerando la disminución de sus ingresos.

En contextos normales un operador obtiene de cuenta entre 1000 y 800 pesos al día aproximadamente, sin embargo con el confinamiento las cuentas son de 300 a 400 pesos.

Imagina un autobús, se tendran que implementar medidas de distanciamiento dentro de las unidades para que vayan a un 30 o 35 % de capacidad para que la gente vaya con espacio, esas son buenas medidas pero muchos no van a poder subsistir con esos niveles de operación ,

dijo Nicolás Rosales.

Desde el punto de vista de los protocolos de sanitización dijo que son medidas que llegaron para quedarse. La CDMX está brindando estrategias de sanitización para las unidades, las cuales se desinfectan cada noche y durante el día para disminuir el riesgo de contagio.

“También queda la parte de los usuarios que sean responsables y adopten sus propias medidas de precaución” destacó.