Regulación e inseguridad: las dos piedras que frenan operación de monopatines y bicis en CDMX

Regulación e inseguridad: las dos piedras que frenan operación de monopatines y bicis en CDMX

Por: Itzel Castañares y Liz Cervantes 

Desde el año pasado, varias empresas de monopatines y bicicletas ‘se estacionaron’ en la Ciudad de México con la intención de ofrecer un servicio alternativo de movilidad sustentable a los capitalinos, un plan que se esfumó para algunos y que puso en pausa a otros.

La llegada de la nueva administración en la CDMX, encabezada por Claudia Sheinbaum, aunado al plan de movilidad desarrollado de manera conjunta con la Secretaría de Movilidad (Semovi) liderada por Andrés Lajous, cambiaron los planes de estos potenciales negocios de movilidad.

La definición de los lineamientos regulatorios, que incluyó una subasta que determinó el monto de contraprestación por unidad en operación de cada empresa, y que fue puesta en duda por las empresas, así como la falta de seguridad contra el robo de las unidades ‘frenó’ la operación de varios de ellos.

Para los jugadores que pusieron una pausa en su operación, quienes quedaron fuera e incluso, para quienes siguen en la jugada, la regulación en primer lugar y la inseguridad en segundo, son las principales razones que inhiben el negocio de la movilidad sustentable en la capital.

Los monopatines

La Semovi entregó a dos empresas de servicio de monopatines el permiso anual para operar en la CDMX: Lime y Grin.

Lime junto con la empresa de bicicletas con anclaje Mobike se negaron a realizar el pago de la contraprestación, por lo cual se les retiró el permiso.

Mientras que Grin, que obtuvo el permiso para operar 1,750 monopatines recién anunció su salida temporal por cuestiones de inseguridad, pues les fueron robadas unidades de servicio.

“Grin ya nos había dicho que tenían ese problema. Es algo que pasa en todas las ciudades del mundo y es que al ser un servicio nuevos cuya característica es que está en la calle, pues la gente se los lleva. Nos comentaron que preferían hacer un ajuste operativo que continuar con esa pérdida de unidades” dijo Andrés Lajous, secretario de Movilidad en conferencia de prensa.  

La empresa comentó a EL CEO que en la última semana de operación observaron un repunte de robos, pues fueron sustraídos el 20% de los patines que tenían permitido tener en calle.  

El fenómeno se dió en todas las alcaldías en las que operan, pero en mayor medida en las zonas cercanas al centro de la ciudad. Sobre su regreso en operación, Grin descartó tener una fecha exacta para continuar, aunque esperan que no se prolongue por más de un par de semanas.  

Otras de las afectadas es Movo, quien señaló que las autoridades habían recuperado unidades robadas que se encontraban en la colonia Renovación en Iztapalapa. 

Menos equipos en calle

No solo los robos han reducido el número de equipos en circulación, también la negativa de Mobike y Lime de pagar la contraprestación acordada.

Al no pagar el monto se encuentran operando sin permiso, por lo que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) han comenzado a retirar sus equipos de la calle.

Según las cifras del instituto, los primeros dos días de agosto retiraron 121 monopatines de Lime y 210 bicicletas sin anclaje de Mobike.

Ante los posibles daños que la falta de disponibilidad de equipos podría generar a los usuarios, Andrés Lajous señaló que todas las empresas que participaron en la subasta (entre ellas Mobike y Lime) están registradas ante la Profeco, por lo cual es posible acudir a dicha instancia en caso de algún incumplimiento.

Al respecto, Lime compartió con EL CEO un posicionamiento en el que dijo le tomó por sorpresa la utilización de elementos policiacos y añadió: “estamos explorando nuestras alternativas legales, y determinaremos nuestros siguientes pasos para asegurar que los derechos de los usuarios de sistemas de micromovilidad y de Lime estén protegidos”.

Competidoras aprovechan salida de Lime y Mobike

La Semovi lanzó una convocatoria a las empresas que proveen servicios de movilidad para obtener nuevos permisos de operación, todas con excepción de Lime y Mobike.

“Podrán participar las personas morales que hayan resultado en la combinación elegida para la prestación del servicio del SiTIS mediante monopatines eléctricos, que hayan realizado el pago de la contraprestación correspondiente en tiempo y forma y ya cuenten con el Permiso Anual” indica el aviso de convocatoria publicado en la gaceta de la CDMX.

El secretario precisó que las participantes serían Motum, Movo y Jump empresas que fueron consultadas pero se negaron a hacer declaraciones hasta que concluya el periodo del concurso.

En el caso de las bicicletas, las empresas que se repartieron el 50% del mercado que inicialmente había ganado Mobike fueron Dezba, que añadió 400 bicicletas a su operación y 2,000 de Motum que se había quedado fuera de las ganadoras en la primera subasta.

Mientras que de monopatines aún no se define, pues la presentación de propuestas se realizará el 7 de agosto. Una vez concluidos los procesos habrá en la CDMX más 8,300 bicicletas y monopatines. 

La Semovi instó a “quienes incumplieron su compromiso en este proceso” a retirar sus unidades y esperar a la convocatoria del siguiente periodo. 

Las bicicletas

Mobike es el jugador que más desencuentros ha tenido con la Semovi, incluso desde la definición de los lineamientos para operar, un conflicto que ha escalado a demandas, amparos y el retiro de las bicis color naranja de las calles, a lo cual la empresa de origen asiático está apelando para tenerlas no solo de vuelta, sino poder ponerlas en circulación, lo cual tiene prohibido. 

“Lo que estamos tramitando ahora es que nos devuelvan las unidades, la Semovi no está tipificada para esa acción (el retiro de unidades), entonces tenemos que requerir nuestras bicis de vuelta, y nuestros abogados están en ello”, dijo René Ojeda, general manager de Mobike México. 

Aunque no cuenta con un permiso para operar, la firma está buscando alternativas. Actualmente está en pláticas con diferentes alcaldías, quienes según Ojeda, son quienes tienen facultad sobre el espacio público, es por ello que pretenden que sean justo las alcaldías las que lleven el proceso para poder circular en la capital. 

En ese sentido, Ojeda precisó que Mobike no es un servicio que se catalogue como un servicio de transporte, dado que no cuenta con choferes ni se dedica al traslado particular de una persona, por lo que reiteró que su permiso para operar no depende de la Semovi, sino de las alcaldías, y una de las primeras que ha generado un bando regulatorio ha sido la Miguel Hidalgo.

Durante 2018, tan solo en el primer mes de operación, Mobike registró el robo de 440 bicicletas, una cifra que representa alrededor del 80% del parque inicial y de la cual no sabe qué porcentaje ha recuperado. 

Esta es la postura de Mobike tras ser suspendido oficialmente de las calles de la capital:

Otra de las empresas que puso una pausa en la CDMX es VBike, debido a la inviabilidad de hacer negocio en la capital, aunque su plan de expansión se mantiene para otras ciudades del país, comentó a EL CEO Fabián Vargas, director de operaciones de la firma.

La decisión de poner una pausa en la operación de la CDMX se dio luego de varias reuniones con la Semovi, tras las cuales VBike determinó que no era viable para su negocio el monto que tenía que pagar por unidad, cuando su oferta de negocio era económica. 

La subasta fue desleal en la parte de negocio, porque algunas empresas como Uber (Jump), que tienen mucho mayor capital, pudieron subastar una mayor cantidad para tener el mayor número de bicicletas en la ciudad, por lo que por nuestro modelo de negocio ya no nos funcionó mucho”, 

Además de los lineamientos de la Semovi, otro de los motivos que llevaron a VBike a ‘poner freno’ en la capital fue el robo de unidades, una afectación que, aunque trataron de minimizar, se agravó ante la falta de certeza en seguridad por parte de las autoridades capitalinas para respaldar la operación. 

El promedio de robo en la CDMX es de 10% mensual sobre el número de unidades en activo en la industria, un porcentaje que depende de varios factores, y que en el caso de VBike, contrasta con su operación en Mazatlán, por ejemplo, donde en 7 meses de operación no ha sufrido ningún robo. 

La firma descarta que por lo menos lo que resta de 2019 pueda tener un acercamiento con la Semovi para poder regresar, aunque cada mes se reúnen para mantener el diálogo.

Finalmente, Dezba, un operador de bicicletas eléctricas es la única empresa que sí opera con un permiso anual de la nueva administración, la cual competirá con Jump, de Uber, cuyo lanzamientode será el próximo 13 de agosto.

Fernando Herrera Lasoo, confundador de Dezba, dijo en entrevista que no descarta un recalculo debido a las altas tarifas de contraprestación que se establecieron por parte de la Semovi.

Hasta el momento tienen 500 unidades en operación y se cobra bajo dos modalidades, una por tiempo por minuto de $2 y otra de viajes ilimitados de 30 minutos durante el mes por $299.

Para el directivo, la forma en la que se definieron los lineamientos son una contradicción por parte de la autoridad, dado que en su opinión, es un hecho que este tipo de transportes son necesarios para la movilidad, a los que se requiere ofrecer opciones de costos para poder afrontar la contraprestación y la operación.

“Aunque es un buen inicio para ir modelando una regualcion, sí nos afecto en planeación, porque desacelera el crecimiento que quisiéramos tener, y la Semovi esta consciente de eso , y hay posibiidades de ir revisando las condiciones de demanda para ir agregando unidades”, agregó Herrera Lasso.

La proporción de robo para este operador oscila entre el 7 y 8%.

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