México requiere 11,651 millones de pesos para concluir y poner en funcionamiento 236 establecimientos de salud que han quedado inconclusos o abandonados. Esa es la cifra que dio el director del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, Juan Antonio Ferrer Aguilar, durante la conferencia matutina del lunes.

Estos inmuebles forman parte de los 317 que quedaron inconclusos al cierre de 2018 y añadió que se invertirán 34,254 millones de pesos para “hacer sustituciones, ampliación, construcción, mantenimiento y conservación de centros de salud en el primer nivel principalmente, hospitales de segundo nivel, hospitales de alta especialidad”.

El esfuerzo es necesario, considera el arquitecto Ramiro Ortiz Treviño, vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Arquitectos Especializados en Salud (SMAES), ya que el país tiene un rezago muy marcado en cuanto a los servicios de salud, y no solo comparado con los países de primer mundo, sino también frente a los países en vías de desarrollo.

El acceso a la salud se mide por diversos factores, como el número médicos y enfermeras por habitante, así como por camas de hospital.

Según este indicador, el país tiene 1.5 camas de hospital por cada 1,000 habitantes, cuando el promedio mundial es de 4.7, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“Lo que ocurre es que a lo largo de los últimos 20 o 30 años, la infraestructura no ha tenido crecimiento. Cuando se construye un hospital, suele ser para sustituir otro, se pone más énfasis en la rehabilitación de lo existente” dijo Ortiz Treviño.

No solo no crece, sino que hay periodos en los que disminuye el número de unidades de hospitalización, indica el estudio ‘Diagnóstico del derecho a la salud 2018’, elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

Lo anterior se debe a deficiencias en la planeación del desarrollo de la infraestructura, lo que ocasiona problemas para financiar la operación, carencias en el equipamiento y el mantenimiento de unidades médicas, indica el estudio del Coneval.

Así, el costo de operación de un hospital durante un año puede ser equivalente al total del costo de construcción del edificio dijo el arquitecto, tanto por el personal como por el equipamiento.

Un hospital, el edificio, tiene una vida útil de 30 o 40 años en promedio, mientras que el equipo médico debe ser reemplazado cada cinco o siete años

destacó Ortiz Treviño.

En 2019, a la Secretaría de Salud le fueron asignados 184.2 millones de pesos para ocho proyectos de inversión, de los cuales cinco solo uno es para construcción de infraestructura.

Se trata del desarrollo de las áreas de servicios ambulatorios y urgencias del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, que consiste en un edificio de 3,000 metros cuadrados. En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, el proyecto tiene asignados 147.7 millones de pesos, aunque no ha sido licitado.

El otro desarrollo contemplado es la construcción y rehabilitación de 4,739 metros cuadrados correspondientes a las áreas de Urgencias, Psicología y Psiquiatría del Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N Navarro, sin embargo, aunque está señalado en el documento, no le fueron asignados recursos.