Al inicio de la contingencia sanitaria por COVID-19 se suspendieron múltiples actividades consideradas no esenciales, entre ellas la producción de cerveza. Sin embargo, fue de las primeras en reanudar actividades por su contribución económica, incluida su participación en el sector inmobiliario.
De acuerdo con un reporte especial realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, dentro de la producción de bebidas alcohólicas, la cerveza es la más relevante, pues es responsable del 49.3% de personal ocupado y del 65% de la producción bruta.
Y después de la elaboración de bebidas destiladas de agave, es la de mayor cantidad de unidades económicas activas con el 9.6%. Así por cada peso producido de bebidas alcohólicas, 65 centavos corresponden a la producción de cerveza.
Pandemia pega a manufactura
Al inicio de la pandemia, la suspensión de actividades también dañó a la industria cervecera.
De acuerdo con el reporte del Inegi del 2013 al 2019, la tasa de crecimiento de la producción de cerveza fue de 6.7%, por lo cual se considera que en los meses de abril y mayo de 2020 la producción tuvo su peor momento.
Pasó de producir 1,100 millones de litros a 400 millones durante el mes de mayo. Sin embargo, en junio y julio mostró una rápida recuperación que le permitió “ubicarse por arriba de los meses previos al inicio de la pandemia. Incluso, la recuperación que alcanzó la producción de cerveza se encuentra por arriba de la economía en general”, explica el informe.
La producción de esta bebida representa un pilar de la manufactura, pues esta actividad se encuentra entre una de las 19 más importantes.
Además la presencia de las plantas productoras coincide con el mapa de los principales corredores industriales del país.
De acuerdo con el Inegi, los principales estados productores son Zacatecas, Coahuila, Nuevo León, Sonora, Veracruz, Oaxaca, Jalisco, Ciudad de México, Baja California, México y Yucatán, entre los principales, aunque también se produce en menor medida en otros como Sinaloa, Chihuahua, Guanajuato, San Luis Potosí, Hidalgo, Tabasco, Chiapas, entre otros.
Con Monterrey a la cabeza de la demanda. De acuerdo con cifras de Solili, al cierre del 2020 Monterrey registró una demanda bruta de 195,000 metros cuadrados los cuales la mayoría se destina a sector manufactura.
Mientras que en Baja California, especialmente Tijuana, recuperó gradualmente la demanda durante los últimos tres trimestres, con un crecimiento anual de 43%. En ese corredor se registró la llegada de empresas del sector logístico, la industria médica, alimenticia, metalmecánica, y “una reactivación importante del sector manufacturero” indica el reporte de Solili.
Además de Chihuahua, que representa poco menos del 1% de la producción nacional registró una demanda de 43,000 metros cuadrados de los giros, logístico, automotriz y manufacturero.