La llegada de COVID-19 arrasó con el negocio del sector turismo y algunas de las empresas del sector comienzan a tener problemas de liquidez, como Grupo Posadas.
La empresa vio degradada su calificación crediticia a principios de julio. La calificadora S&P bajó su calificación de CC a “D”, luego de que el grupo no pagara 15.5 millones de dólares correspondientes al pago de intereses de sus notas senior.
“La calificación crediticia de emisor “D” refleja nuestra opinión de que Posadas no pagará sustancialmente todas sus obligaciones de deuda en su fecha de vencimiento, dado que las notas senior representan más del 98% de su deuda, hasta que reorganice su estrategia operativa y modifique su estructura de capital”, destacó la calificadora en un comunicado.
Los motivos de Posadas para no realizar el pago eran el de preservar la liquidez para la operación de la compañía, lo que le permitiría preservar el mayor número de empleos posible, informó cinco días antes del vencimiento del pago.
“S&P no está realmente viendo hacia adelante, está modificando la calificación para reflejar algo que ya pasó, Posadas es del sector turístico que es el de los más golpeados y su reactivación va tardar al menos dos años”, dijo a EL CEO Amin Vera, director de análisis económico en BWCapital.
Destacó también que aunque el flujo de efectivo de la empresa se restablezca pronto, no sería suficiente pues ya acarreaba problemas de liquidez previo a al periodo de la pandemia.
En el último trimestre de 2019, la empresa informó sobre un plan de expansión para operar 36 nuevos hoteles, cuyas aperturas se tenían programadas para el primer trimestre del 2020.
La inversión necesaria era de 1,368 millones de dólares, aunque evitando que el grupo se desfalcara, el 95% de los recursos serían aportados por “inversionistas independientes” dijo la compañía en su reporte trimestral.
Dentro del Consejo de Administración de la empresa figuran algunos de los empresarios más importantes a nivel nacional, como Pablo Azcarraga Andrade, presidente; el político Benjamín Reyes Retana como consejero propietario; Juan Servitje Curzio, como consejero propietario; Fernando Chico Pardo, como consejero propietario y Silvia Sisset Guadalupe Harp Calderoni como consejera propietaria.
Hasta el momento no han informado sobre modificar o detener los planes de inversión, sin embargo si informaron sobre otros ajuste financiero.
Por ejemplo, durante marzo comunicó el 23 de marzo que contaba con recursos suficientes para hacer frente su próxima amortización de intereses del 7.875% de sus notas senior con vencimiento en 2022, así como a sus compromisos con el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Cuatro días más tarde informó sobre la modificación de su calificación.
S&P Global Ratings había ajustado a CCC+ con perspectiva negativa, mientras que Fitch Ratings la ajustó a CCC+ y en la escala local a B-(mex), con perspectiva negativa.
El 29 de abril, tras la ampliación de suspensión de actividades ordenada por la Secretaría de Salud, Posadas informó sobre otro ajuste.
Esta vez fue Moody´s, que ajustó la calificación a Caa1 con perspectiva negativa.
El 19 de junio hubo otro ajuste por parte de Fitch, que pasó a CC, principalmente por “la presión sobre el perfil de liquidez en el entorno del distanciamiento social que mantuvieron los hoteles prácticamente cerrados desde finales de marzo hasta mediados de junio de 2020”.
De acuerdo con Amin Vera, la baja en las calificaciones de la emisora no han afectado directamente el precio de la emisora en bolsa, que al cierre del viernes cotizaba en 22.61 pesos, dado que son activos poco bursátiles. Por otro lado, los bonos se verán más afectados.
La situación, destaca Vera, pone a la empresa como posible blanco de los llamados fondos buitre y de una eventual reestructuración.
Grupo Posadas confía en que, en el largo plazo, su decisión de iniciar un proceso respecto a su estructura de capital permitirá a la compañía mantener su posición como el principal operador hotelero de México y respaldar su crecimiento futuro
Posadas contrató a los despachos DD3 Capital Partners, Ritch Mueller Heather y Nicolau, y a Cleary Gottlieb Steen & Hamilton como sus asesores para analizar y desarrollar soluciones estratégicas.