El presidente Andrés Manuel López Obrador quiere invertir 97,469 millones de pesos para construir caminos rurales y 14,200 millones para conectar cabeceras municipales en comunidades alejadas. Fue uno de los 100 compromisos refrendados el día que tomó protesta.

“Este mes iniciamos la construcción de caminos de concreto en municipios olvidados de Oaxaca, Guerrero y otros estados. Estos cambios se van a construir con trabajadores de las mismas comunidades para lograr un efecto multiplicador”. Así lo dijo ante más de 160,000 personas congregadas en el zócalo capitalino.

La justificación de esa inversión es que en época de lluvias, el acceso a esas comunidades se complica, “lo cual limita las oportunidades para comercializar sus cosechas, así como tener más y mejores oportunidades de educación, salud, cultura y recreación”, indica el Proyecto de Nación 2018.

En el país existen 169,078 kilómetros de carreteras pavimentadas y 201,812 kilómetros de caminos no pavimentados, según la cifra más reciente reportada por el Instituto Mexicano del Transporte y el Registro Nacional de Caminos (RNC).

La localidades con más caminos no pavimentados son Veracruz, Oaxaca, Chihuahua, Chiapas, Jalisco, Guerrero, Estado de México, Michoacán, Guanajuato y Sonora, de acuerdo con la información del RNC. En 2014, la red de caminos rurales era de 237,395.7 kilómetros.

A lo largo del sexenio de Enrique Peña Nieto, la Dirección General de Carreteras y la Dirección General de Conservación Carreteras recibieron poco más de 17,000 millones de pesos.

De aprobarse el presupuesto planteado en el Proyecto de Nación este rubro recibiría 6.5 veces más recursos.

¿Todos con concreto y revolvedoras?

Durante su discurso en el Zócalo capitalino, López Obrador señaló que los caminos no se harían con maquinaria de asfalto sino con concreto y con revolvedoras “para que se dé mucho empleo”.

“Los caminos de concreto duran más que esos caminos que hacen, bueno, que hacían los contratistas asociados con autoridades corruptas que nada más pintan las carreteras y así las inauguraban y al poco tiempo con la lluvia volvían a ser esos caminos de terracería, eso se acabó”.

Un especialista del Instituto Mexicano del Transporte, quien prefirió no ser citado,comentó que tanto el material como los modos de construcción deben ser particulares para cada tramo, ya que depende de las características del suelo y el tránsito de vehículos.

“El diseño de los caminos debe ser en función del tránsito. Por ejemplo, un camino rural puede soportar entre 100 y 200 vehículos diarios, mientras que en una carretera principal como la México- Querétaro pasan alrededor de 50,000″, dijo la fuente a EL CEO.

El problema es que a veces se quiere hacer una inversión similar en una carretera primaria que en una secundaria y viceversa. “El reto es seleccionar la técnica adecuada para cada situación”, agrega.

Por cierto, el sexenio de Peña se quedó corto en infraestructura. Aquí te damos los detalles.

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