Empire State da pistas sobre cómo serán las actividades en los edificios de oficinas
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Empire State da pistas sobre cómo serán las actividades en los edificios de oficinas

Empire State da pistas sobre cómo serán las actividades en los edificios de oficinas

El Empire State Building ha sido un símbolo del poderío económico de Estados Unidos durante casi 90 años y, recientemente, también se ha convertido en símbolo de su lucha contra el coronavirus. 

Los 102 pisos antes abarrotados del rascacielos ‘art decó’ de 443 metros de altura están ahora casi vacíos en una ciudad conmocionada por el brote de COVID-19 del país. Su aguja ha iluminado el cielo neoyorquino con destellos rojos y blancos para honrar a los trabajadores de los servicios de emergencia, haciendo de sirena en el centro de Manhattan.

A una semana de la segunda fase de reapertura de Nueva York, decenas de empresas con oficinas en uno de los edificios más famosos del mundo intentan averiguar cuándo, cómo e incluso si deben o no volver.

La reapertura del 22 de junio permitió a los edificios de oficinas invitar a los inquilinos a volver, siempre y cuando la ocupación máxima se mantuviera por debajo del 50%.

Pero la mayoría de las empresas con sede en el Empire State Building, que van desde tecnológicas como LinkedIn a la marca de relojes de lujo Bulova, han optado por ampliar el trabajo a distancia.

Basándose en una encuesta a los arrendatarios, la dirección esperaba que sólo entre el 15 y el 20% de los 15,000 trabajadores habituales del edificio volvieran en la segunda fase de reapertura.

Sin embargo, incluso entre aquellos que planean mantener cierta presencia cuando llegue el momento, pocos esperan volver a un lugar de trabajo como el que conocían antes del coronavirus, según entrevistas de Reuters con varias personas que trabajan o dirigen empresas allí.

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Global Brands Group, que es dueño de empresas como Calvin Klein, firmó un contrato de arrendamiento de 15 años por seis pisos de oficinas en 2011, pero ya ha dicho a los empleados con sede en Nueva York que nunca se les exigirá que vuelvan a la oficina.

El encanto de trabajar en “increíbles sedes corporativas” ha quedado eclipsado por la pandemia, dijo el CEO de Global Brands, Rick Darling.

Volverá a ser como antes

Este cambio de actitud podría significar un problema para el Empire State Realty Trust, titular y administrador del edificio, así como para otras grandes empresas inmobiliarias de dentro y fuera de Nueva York. 

El valor de las propiedades de las oficinas de Nueva York probablemente ha caído un 10% durante la pandemia, dijo Daniel Ismail, analista principal de la firma de investigación inmobiliaria Green Street Advisors.

Ismail señaló factores de presión para la compañía, incluyendo el cierre por la pandemia del mirador del Empire State Building, imán turístico que el año pasado generó más de una quinta parte de los ingresos del grupo, que también tiene otros espacios de oficinas y comercios en toda la ciudad.

Aún así, su CEO Anthony Malkin sigue siendo optimista.

Su familia ha estado implicada en el Empire State Building desde los años 60 y está convencido de que su estatus como una pieza llamativa del horizonte de Nueva York durará más que el impacto temporal, aunque doloroso, del coronavirus.

Desde el COVID-19, sólo hemos tenido gente que firma contratos de alquiler, no hemos tenido a nadie que se haya ido. En un mundo con tratamiento post-COVID, vacunas e inmunidad de rebaño, todo volverá a ser como antes,

dijo Malkin.

El ejecutivo agregó que Starbucks firmó un contrato de arrendamiento de tres pisos el 15 de marzo.

Sin cubrebocas no se puede entrar

Algunos arrendatarios dicen no tener intención de irse. 

Por ejemplo, Shutterstock, que firmó un contrato de arrendamiento de 11 años en 2013, está siguiendo las órdenes de las autoridades sobre cuándo y cómo regresar, dijo Heidi Garfield, la consejera general de la compañía y jefa interina de recursos humanos. 

Pero otros inquilinos no tienen tanta confianza. Sin seguridad de cómo será el futuro del trabajo, se preguntan si tiene sentido gastar grandes cantidades de dinero cuando las operaciones a la distancia ha funcionado bien.

Arrendar espacio en uno de los edificios de Empire State Realty en Manhattan antes del COVID-19 costaba un promedio de 65.19 dólares por pie cuadrado, según la compañía, en comparación con la media de 81.64 dólares en todo Manhattan a finales de mayo, según la empresa inmobiliaria estadounidense CBRE Group. 

Los precios no han cambiado mucho durante la pandemia debido a que ha habido pocos anuncios, dijo la directiva de CBRE, Nicole LaRusso, que añadió que durante el proceso de reapertura podrían producirse más revisiones de precios. 

Los visitantes del Empire State Building se enfrentarán inmediatamente a la nueva realidad. Cualquiera que entre al edificio debe usar mascarilla y llevar su propio desinfectante de manos, dijo Anthony Malkin. 

La administración cerró las entradas no esenciales y acondicionó el espacio comercial de la planta baja como puestos de control de temperatura y desinfección, dijeron los inquilinos. 

El vestíbulo del ascensor tiene etiquetas en el suelo sobre las que se debe colocar la gente que está esperando, para asegurar el distanciamiento social. 

Señales similares se han colocado en las aceras de la entrada principal, mientras se prepara la reapertura del observatorio el mes que viene. La atracción, que permite a los visitantes tomar fotos en la parte superior del edificio, generó el año pasado más de 125 millones de dólares de ingresos para la compañía.

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