El valor de la producción en la industria de la construcción sigue cayendo. Estas son las razones
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El valor de la producción en la industria de la construcción sigue cayendo. Estas son las razones

El valor de la producción en la industria de la construcción sigue cayendo. Estas son las razones

El sector constructor en México va en picada, al menos desde la segunda mitad del 2018.

Al cierre de diciembre de 2018, las unidades económicas relacionadas con la industria de la construcción reportaron un descenso en el valor de la producción de 0.8% en relación con el mes anterior. También se reportaron descensos en el personal ocupado y las horas trabajadas, según la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras elaborado por INEGI.

Se trata de un decremento sostenido ocasionado por la conjunción de diversos factores tanto macroeconómicos como internos, opina José Antonio Hernández, gerente del Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción.

Explicó que desde el punto de vista de la inversión pública, la cual representa alrededor del 30% de la inversión total en la industria  -el resto lo aporta el sector privado- incidieron particularmente tres.

El primero fue el cierre anticipado de la llave del gasto público, aproximadamente desde agosto del año pasado, cuando las dependencias federales lo hicieron por el cambio de administración que se avecinaba.

Eso hizo que los flujos de inversión pública vinieran a la baja con una caída estrepitosa durante el segundo semestre del 2018.

José Antonio Hernández, gerente del Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción

El segundo fue la entrega anticipada de proyectos que tendrían que estar finiquitados, también por el cambio de gobierno.

El tercero fue la cancelación de obras de infraestructura, como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM).

A esto se suma el hecho de que el sector ya se encontraba en rezago “por recortes presupuestales debido a presiones fiscales de la anterior administración, lo cual limitó el flujo de inversión pública hacia proyectos que fueron pospuestos o cancelados”, dice Hernández.

En el caso de la iniciativa privada, los factores que han detenido el valor de la producción son principalmente la incertidumbre generada por la negociación del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canada (T-MEC) y el incremento de las tasas de interés.

“La política monetaria del Banco de México se perfiló restrictiva y aumentó las tasas, lo cual incide negativamente porque también se encarece el financiamiento de los proyectos” explicó.

Otro elemento que que impacta a la inversión privada y pública es el encarecimiento de los materiales de construcción.

Al cierre de 2018, los precios de materiales de construcción incrementaron de manera general un 11.3%.

Lo que más empujó fue el incremento en 68% del precio de los asfaltos, varilla (29%), alambre y alambrón (27%), castillos armados (21%), según indica el reporte situación Actual y Perspectivas de la Industria de la Construcción, elaborado por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

Si se incrementan los costos se reduce el presupuesto disponible para terminar una obra y eso frena la actividad productiva de la construcción , explica Hernández.

Pese a ello, la industria se mantiene activa principalmente en edificación y trabajos especializados.

El primero contempla la construcción residencial, industrial y comercial, mientras que en el caso de los trabajos especializados se refieren principalmente al mantenimiento de las obras existentes.

Las expectativas

Aunque ya pasó el periodo de transición de cambio de gobierno, el especialista del centro de estudios no espera que la tendencia a la baja mejore sino hasta el segundo trimestre del año, cuando comiencen a verse los efectos de la infraestructura a desarrollar contemplada por la actual administración.

“Los procesos de obra todavía están muy lentos. Es posible que empiecen a tomar mayor dinamismo a partir del segundo trimestre de este año, lo cual ya en conjunción con la inversión nos permite esperar un crecimiento de entre 1.5 y 2% para el 2019”.

También considera probable que la industria privada se vea beneficiada con una eventual reducción en la tasa de interés.

“Si en el mes de febrero la inflación se mantiene en menos de 4%, es posible que el Banco de México tenga pensado reducir las tasas de interés en los próximos meses”.

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