El proyecto del Corredor Transístmico que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) planea desarrollar el próximo año será un detonador de la actividad industrial y el establecimiento de centros logísticos en la región del Istmo de Tehuantepec que comprende los estados de Veracruz y Oaxaca. 

El objetivo del nuevo gobierno federal es que se construyan parques industriales y centros logísticos con un mínimo de 500 hectáreas cada uno.

Según el Proyecto Alternativo de Nación de AMLO, dicho proyecto considera seleccionar otras 350 hectáreas desarrollables por cada centro logístico para el crecimiento urbano, de vivienda y el equipamiento y servicios.

El Corredor Transístmico consiste en recuperar la vía férrea entre Salina Cruz, Oaxaca, y Coatzacoalcos, Veracruz, para generar un corredor que satisfaga la demanda de transporte y vincule el Pacífico con el Golfo de México.

Operación ferroviaria Salina Cruz (API Salina Cruz)

Andrés Manuel López Obrador dijo que el gobierno federal pretende invertir un monto inicial de 40 mil millones de pesos en esta obra, aunque el proyecto de presupuesto 2019 aún no se incluye una cifra específica.

Concentración en el Norte y Centro

La producción industrial se ha concentrado en el Centro y Norte del país. Al cierre del 2017, la Ciudad de México concentraba la mayor cantidad de metros cuadrados industriales en construcción, seguida por Monterrey y Guanajuato, de acuerdo con el Panorama del Mercado Inmobiliario Industrial de la Asociación Mexicana de Parques Industriales (AMPIP).

En contraste, el estado de Veracruz contaba con 28,285 metros cuadrados de naves industriales disponibles, según la AMPIP, es decir, un mercado 19.5 veces más pequeño que el de la Ciudad de México.

En el Proyecto Alternativo de Nación se reconoce que es necesario realizar estudios y análisis a la zona a fin de identificar la vocación productiva y así determinar qué clase de empresas podrían instalarse.

“La región no tiene todavía las condiciones tecnológicas y logísticas como el Bajío o el Norte para recibir industrias muy especializadas. En un primer momento podrían establecerse almacenadoras, manufactura ligera, textiles y servicios” dijo el especialista en infraestructura y bienes raíces de la consultora KPMG, Alberto Vázquez.

Infraestructura, la clave

En la medida que se rehabilite la línea férrea del tren, los puertos y las carreteras, la inversión irá llegando a la zona y habrá mayor número de naves industriales para las empresas que eventualmente decidan asentarse ahí, comentó Vázquez.

Primordialmente debe aprovecharse la conexión entre los puertos, ya que permitirá una salida más fácil de mercancías al pacífico y hacia el golfo

Alberto Vázquez, KPMG

El mayor porcentaje de operaciones de esos dos puertos corresponden a importaciones, seguidos por mercancías aunque 2,000 kilómetros al sur se encuentra la mayor competencia: el Canal de Panamá que también une los dos océanos y fue recientemente ampliado para aumentar capacidades. En 2017 recibió 429.4 millones de toneladas de mercancías.

El especialista de KPMG considera que más que buscar competir con el Canal de Panamá en intercambio internacional, el objetivo del corredor del Istmo será actuar como una alternativa regional e impulsar a las Zonas Económicas Especiales (ZEE).

Operaciones comerciales (API Salina Cruz)

De acuerdo con la Autoridad de las ZEE, actualmente hay 89 proyectos por más de 14 mil millones desarrollados por el sector privado.

“Se trata de que la actividad económica vaya girando en torno al puerto. En la medida que incrementen los polos de desarrollo se va impulsar al sector inmobiliario ya que se tendrán que llevar a cabo proyectos de hotelería de negocios para hospedar ejecutivos y desde luego vivienda para alojar a los eventuales empleados que podrían generar estos proyectos”, indicó.

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