El sector inmobiliario estuvo los últimos años buscando incorporar nuevas tecnologías a su día a día, los principales ejemplos son los avances aplicados a la construcción sin embargo han surgido necesidades más urgentes relacionadas con la ciberseguridad y al análisis de datos.

De acuerdo con la consultora PwC, en los últimos años el sector inmobiliario estuvo invirtiendo en el desarrollo de tecnología aplicada, aunque se espera que el monto de 2020 sea menor, principalmente a causa de la pandemia por COVID-19, que  llevó a detener inversiones en distintos sectores. 

Sin embargo, esa disminución en la inversión no significa que la tecnología pierda relevancia, sino que hay otros temas más urgentes que se deberán afrontar. 

El estudio de tendencias para real Estate 2021 de PwC realizó una encuesta en la  que preguntó a los empresarios cuáles consideraban que serían los principales disruptores de la industria en 2021 y los más frecuentes fueron temas como las tecnologías de construcción, ciberseguridad, inteligencia artificial y big data.

Soluciones para garantizar la continuidad del negocio: desde herramientas de videoconferencia y colaboración hasta tecnologías en la nube, las empresas inmobiliarias han adoptado soluciones que han les ayudaron a continuar las operaciones de forma remota durante la pandemia, 

indica el estudio.

En el caso de las tecnologías aplicadas a la construcción las más frecuentes son los sistemas de modelado, y las estructuras prefabricadas, las cuales son de utilidad cuando hay escasez de mano de obra, así como los sistemas de modelado.

Otro de los que impactarán más es el análisis de datos, esto tanto para las decisiones internas como para definir estrategias de mercado.

El análisis de datos y el modelado predictivo pueden ayudar con la determinación de la asignación óptima de activos para desarrollos de uso mixto a un alto nivel, así como proporcionar información más detallada en la composición de mezclas unitarias para una propiedad, dice el análisis.

Las empresas pueden también utilizar esta información para hacer proyecciones financieras relacionadas con rentas, ventas por pie cuadrado, patrones de absorción por clase de activo, así como el impacto de las comodidades y las limitaciones en el éxito de sus proyectos.

La recopilación de esa información y su procesamiento además está generando otras oportunidades inmobiliarias como la demanda de data centers, segmento en el que México encabeza la oferta con 250,000 metros cuadrados, de acuerdo con la consultora CBRE.

“El potencial de la analítica de datos solo crecerá con los conjuntos de datos habilitados por potentes redes de quinta generación (5G), lo que lo hace aún más importante para las empresas inmobiliarias concentrarse en recopilar y estructurar adecuadamente sus datos” indica el estudio de PwC.

El tercero más importante para el 2021 es la ciberseguridad. Las empresas comienzan a hacer conciencia de que es un factor clave para generar confianza entre sus clientes aunque queda mucho por hacer.

Hasta diciembre, cifras de Telefónica en Hispanoamérica revelaban que las herramientas de ciberseguridad eran las menos frecuentes entre las empresas, en el sector de construcción solo 8% las consideraban una prioridad.

Pese a todo, el trabajo remoto ha llevado a evaluar la seguridad cibernética de una manera más seria, en el caso mexicano la reciente regulación en materia de Home Office ya incluye entre las obligaciones de los trabajadores acatar las medidas de seguridad dispuestas por los patrones.  Y los patrones deben asegurar la protección de datos personales de los trabajadores. 

Entre las recomendaciones de PwC se encuentran realizar evaluaciones de riesgo, supervisar el entorno tecnológico en busca de signos de actividad , preparar protocolos de respuesta a incidentes y gestión de crisis.

Además es necesario que las organizaciones se enfoquen en garantizar recursos suficientes para abordar la ciberseguridad.