La contingencia sanitaria está afectando también a los emisores de activos de infraestructura, sin embargo el impacto será temporal, de acuerdo con Moody´s.
Un informe presentando por la agencia calificadora señala que la pandemia afectó el flujo de efectivo para los administradores de activos como carreteras de peaje, aeropuertos, puertos y distribución de electricidad, pero por su cualidad de esenciales, el impacto será temporal.
Para la mayoría de los emisores latinoamericanos esperamos que el fuerte choque en el flujo de efectivo operativo se limite mayormente al segundo trimestre de 2020 y experimente una lenta recuperación a partir de ese momento
dijo Bernardo Costa, vicepresidente de Moody’s.
Las calificaciones negativas que han recibido los emisores derivan de “riesgos relacionados con los soberanos y sus respectivas acciones de calificación negativa”, no de la calidad crediticia intrínseca de los emisores, por lo cual, aunque el acceso a capital desde los mercados locales y bancos sigue disponible, lo hace con costos más elevados y plazos más cortos.
En Brasil y México, los mercados locales tienen margen suficiente para permitirles a los emisores financiarse en moneda local. En muchos otros países, como Chile, Perú, Colombia y Argentina, los mercados locales resultan insuficientes para financiar grandes proyectos de infraestructura, y se crearon marcos regulatorios con mecanismos que permiten a emisores muy grandes obtener ingresos en monedas fuertes
Otra ventaja es que su carácter de esencial los puede hacer proclives a recibir ayudas gubernamentales.
Los sectores afectados que prestan servicios esenciales, como las compañías de servicios públicos y de infraestructura, pueden beneficiarse de algún tipo de apoyo del gobierno debido a la importancia que las inversiones en esos sectores tienen para la recuperación económica posterior a la pandemia, señala el informe.