El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que el lunes 29 de abril darían inicio los trabajos de construcción del nuevo aeropuerto en Santa Lucía, proyecto planteado en reemplazo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, pero no fue así porque aún hay requisitos pendientes por cubrir, como los estudios de impacto ambiental.

Pese a ello, se llevó a cabo una ceremonia para comenzar esos estudios y trabajos preliminares a fin de que en junio de este año comience la construcción.

El presidente prometió que el proyecto sería concluido en 2021 y aseguró que no habría sobrecostos, pues confía en el desempeño del ejército mexicano.

Estoy seguro que se va concluir en tiempo y no se va ampliar el presupuesto destinado originalmente. Si se estima en 100,000 millones, eso va costar .

Se tiene contemplada una inversión de 68,367 millones de pesos y un plazo de construcción de dos años y medio.

El aeropuerto Felipe Angeles –nuevo nombre de la terminal aérea– operará 24 horas continuas con capacidad para recibir 20 millones de pasajeros, aunque su potencial máximo es 80 millones, el cual podría ser alcanzado en los próximos 50 años.

Sin embargo, terminar proyectos en tiempo y sin sobrecostos es un resultado poco frecuente en la obra pública, más en los de mayor escala. El Instituto Mexicano para la Competitividad señaló esta situación como la “paradoja de los megaproyectos”.

“Las características propias de este tipo de construcciones—la magnitud de la obra, el costo, una proyección de presupuesto plurianual, por su impacto en las comunidades cercanas a los mismos, así como su relevancia política—hacen que, en ocasiones, dichos proyectos se retrasen, sobrepasen los presupuestos originales y sufran modificaciones sustantivas en el diseño y la ejecución. Los efectos ambientales y las afectaciones en las comunidades locales también suelen ser mayores a lo estimado, o a los beneficios que se pretendía inducir con la obra”, indican en el estudio Ineficiencia y riesgo de corrupción en obra pública.

En dicho documento, se expone que las causas más frecuentes de que se mitiguen los beneficios son modificaciones recurrentes al proyecto, incrementos en el monto de inversión, prórrogas en el plazo de contratación ejecución y puesta en operación.

AMLO señaló tener confianza en el desarrollo del proyecto en manos del ejército. “Contamos con el apoyo de una institución fundamental en la vida pública de México. Se trata de un cambio importante en el quehacer de las fuerzas armadas”. 

La SEDENA estuvo involucrada en el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la CDMX. Fue la encargada de construir la barda perimetral, sin embargo, la Auditoria Superior de la Federación encontró irregularidades en el proceso. 

Por ejemplo, que no se justificaron 383,439.1 pesos, errores aritméticos en la determinación del IVA de algunos materiales, e incremento del costo del proyecto.