Ritz Carlton Reserve, la marca más exclusiva de Marriott internacional eligió las playas mexicanas de Los Cabos, en Baja California Sur, para inaugurar su cuarta ubicación a nivel mundial y la primera en el país. Y el despacho encargado del concepto es una firma mexicana.
Se trata de ABAX, fundado por los arquitectos Fernando de Haro Lebrija, Jesús Fernández Soto y Pablo Blasco Hernández.
“Marcas como Ritz-Carlton se apoyan mucho como en despachos globales de arquitectura normalmente de Estados Unidos, asiáticos, o europeos, pero en este caso era primordial trabajar con una firma mexicana que entendiera perfectamente el entorno” dijo Pablo Blasco en entrevista con EL CEO.
El terreno se encuentra en la costa de los cabos, son siete hectáreas que abarcan desierto y 350 metros lineales de la costa del Mar de Cortés. El hotel lleva por nombre Zadún y comenzó a operar en noviembre del 2019.
Cuenta con 115 habitaciones y con 120 unidades residenciales con servicios de administración del Ritz que aún están en desarrollo. De esas 120, ya hay 19 construidas, de las cuales 13 están habitadas por compradores mexicanos.
“Es un hotel de alto lujo con una idea muy distinta de lo que son los Ritz Carlton tradicionales. Aquí tiene más que ver con el sitio, la experiencia y con el servicio”, dijo el arquitecto.
El proyecto comenzó en 2015, cuando Grupo Questro, fundado por Eduardo Sanchez, los incluyó en el equipo de desarrollo y a partir de eso iniciaron las reuniones con los operadores, constructores y despachos encargados del paisaje o el diseño interior entre otros, pero principalmente visitas al sitio para reconocer el terreno.
El terreno tiene una orografía accidentada, un arroyo que nos parte por la mitad y lo más importante es que el predio que da hacia el mar está detrás de una gran duna. De hecho Zadún es una derivación de la palabra ‘duna’. Todo eso fue un reto importante, requirió muchas visitas al sitio. Lo caminamos a diferentes horas del día, en diferentes temporadas del año para entenderlo muy bien. Queríamos que el hotel emergiera del sitio y regresara a él, era un homenaje al desierto
,
dijo Blasco.
El nuevo lujo
Los materiales de construcción como mármoles, madera utilizados, provienen de productores regionales y locales, igual que la mayoría del mobiliario que fue adquirido también a artesanos de Oaxaca, Yucatán, Campeche, Jalisco y Puebla.
El arquitecto considera que esa identidad local es un importante diferenciador entre los desarrollos existentes en la zona, los cuales en algunos casos -considera- se asemejan al estilo urbano de zonas como Santa Fe en CDMX, y en otros como neocaliforniano. “Este Ritz es punta de lanza de ese cambio en la zona”, comentó.
Además, considera que la identidad local es uno de los elementos de importancia dentro del actual consumo de lujo.
“Antes el lujo en hotelería y residencial se entendía como espacios monumentales, sobre-ornamentación, se trataba de conseguir los mármoles más exóticos y traerlos desde el punto más lejano y exótico del mundo. Eso ha cambiado, ahora se entiende más en lo local, en lo regional, en lo artesanal, en la simpleza; y en ese sentido el mercado global quiere llegar a hoteles que estén conectados con el sitio y que si es un hotel que está en el desierto, que verdaderamente sea un hotel que esté en el desierto”, dijo.
Además en el contexto de globalización y de hiperconectividad actual, considera que en algunos casos, la arquitectura ha quedado supeditada a la fotografía.
A veces se ha enfocado mucho en hacer espacios fotografiables y ya. Sin embargo, nosotros seguimos pensando que la arquitectura tiene que ser un espacio para la creación y la reflexión y debe tomar mucho en cuenta la habitabilidad y comodidad, que sean espacios confortables. La foto y lo demás vendrá después.