El Tren Maya, uno de los principales proyectos de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, se estima tendrá un costo de 139,000 millones de pesos, de los cuales menos del 1% se destinarán a la mitigación del impacto ambiental del proyecto.
El 16 de junio, seis meses después de la consulta indígena sobre la realización del proyecto, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) presentó ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales la Manifestación de Impacto Ambiental un documento obligatorio para los proyectos de construcción.
El escrito, obtenido por EL CEO vía transparencia, enumera en más de 1,000 páginas los impactos positivos y negativos que tendrá el proyecto. Entre los positivos señalan la reordenación del uso de suelo y asentamientos humanos, mejores condiciones económicas para las comunidades y la creación de empleo.
Los negativos abarcan temas como la emisión de gases contaminantes, como el dióxido de carbono (CO2), la afectación a vegetación, fauna y cuerpos de agua, así como perturbaciones en las dinámicas sociales de la región. Para la parte ambiental, el documento prevé programas de conservación, para los cuales destinarán 21.6 millones de pesos, es decir el 0.015% del costo total del proyecto.
El monto considera el costo de un conjunto de programas de supervisión ambiental, conservación de suelo, rescate de flora y fauna, manejo de residuos y monitoreo de pasos de fauna, lo cual suma según las estimaciones de Fonatur 7.6 millones de pesos.
Además se estima un costo de 14 millones para remediar el desmonte de individuos arbóreos a lo largo de 606.04 hectáreas de terreno.
“Es importante considerar que los costos pueden tener variaciones importantes, debido a que las bases de cálculo para algunos conceptos son subjetivas. Por otro lado, estos precios no consideran la inflación que pudiera acumularse, y en el caso del pago de servicio a profesionales se parte del supuesto de salarios profesionales medios, existiendo siempre una variación con respecto al costo real de tal servicio” indica el documento.
Impactos esperados
Una de las afectaciones que considera la construcción del proyecto es que tendrán que ser retirados 6,637 individuos arbóreos de 178 especies distintas, entre los que se encuentran cuatro especies amenazadas e incluidas en la NOM 059-SEMARNAT-2010 para la protección de especies nativas.
En el caso de individuos herbáceos se contempla es desmonte de 1,700 ejemplares, de los cuales ocho especies están catalogadas bajo la misma norma.
Para lo anterior el documento destaca la implementación del Programa de Reforestación que incluye la reincorporación de 1151.68 hectáreas “de cobertura vegetal aledaños al proyecto (tres veces mayor a la que se afectará)”, lo cual esperan “subsane la pérdida tanto de superficie forestal como los servicios ecosistémicos, que ayudan a combatir los efectos del cambio climático”.
El tren utilizará combustible diesel, cuyo consumo estiman en 166 millones de litros al año, lo cual generará la emisión de 430,936 toneladas de Dióxido de Carbono (CO2) al año. También se considera el impacto por residuos sólidos una vez que comience la operación.
Se estima que el tren tenga una demanda de 26,520 pasajeros al día en su primer año, lo cual generará aproximadamente 26,254.8 Kilogramos de residuos sólidos urbanos durante la operación, los cuáles se prevé enviar a relleno sanitario.
La mitigación
Algunas de las medidas contempladas por el Fondo para disminuir el impacto incluyen “mitigación y compensación de cada uno de ellos, como el diseño de un programa de rescate de especies faunísticas para su reubicación en los ecosistemas aledaños, la creación de pasos de fauna de acuerdo con las especies que se distribuyen en la zona, el diseño de programas de restauración ecológica, programa de manejo de residuos sólidos, líquidos y de manejo especial y programa de sensibilización de la población de las localidades por mencionar algunos”.