Producción petrolera en México bajará casi 30%, la mayor caída a nivel mundial
México encabezará la mayor caída en producción entre 2025 y 2030 (de 30%) entre todos los productores a nivel mundial, de acuerdo con previsiones de la Agencia Internacional de Energía (AIE). Es decir, que esto sucedería en el transcurso del sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Las previsiones de la AIE, en las que México aparece como el país de la OCDE —no miembro de la OPEP— con menor nivel de producción, solo por encima de Chile, anticipan una reducción de 680,000 barriles diarios en la producción nacional en dicho periodo, a 1.3 millones de barriles diarios en 2030.
La AIE destacó que, según la previsión de la demanda, esto podría llevar al país a convertirse en un importador neto de cerca de 500,000 barriles diarios de petróleo para 2030. A este respecto, Carlos Ramírez, socio consultor de Integralia, a través de su cuenta de X dijo que: “De cumplirse estas previsiones, México cerraría el sexenio teniendo que importar petróleo”.
Auguran peor escenario
En el mejor escenario, México tendría que alcanzar la meta de 1.8 millones de barriles diarios establecida por la presidenta Claudia Sheinbaum para este año. De lo contrario el escenario podría ser crítico. “Yo creo que el futuro sería peor, no creo ni siquiera que cumplamos la meta”, indicó Janneth Quiroz, directora de análisis económico de Monex.
Recientemente, Pemex reportó ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) que prevé una producción petrolera promedio de 1.58 millones de barriles diarios de crudo para 2025. Esta estimación es inferior a los 1.6 millones de barriles por día registrados durante el primer trimestre del año. Por lo que el panorama es “sombrío”, señaló Ramírez.
Según el informe de la AIE, la demanda interna de crudo en México se sitúa en 1.71 millones de barriles diarios. Y aunque se prevé una ligera disminución a 1.70 millones en los próximos años, las perspectivas de producción nacional serían insuficientes para cubrir ese nivel de consumo.
Producción petrolera: antecedentes y desafíos por delante
La caída prolongada en la producción petrolera de México experimentó una breve pausa entre 2021 y 2023, impulsada por el significativo aumento en la producción del campo Quesqui en Tabasco. Sin embargo, durante la pandemia, Pemex recortó drásticamente sus inversiones planificadas.
La administración anterior presionó para incrementar de manera rápida la extracción en campos terrestres y de aguas someras, dejando de lado los yacimientos de aguas profundas. A partir de 2024, más de la mitad de la producción de Pemex proviene únicamente de siete de sus 240 campos.
De cara al futuro, la petrolera enfrenta varios retos, incluyendo una elevada deuda y un solo proyecto importante programado para iniciar producción antes de 2030. En la primera mitad de 2025, la producción registró una caída interanual cercana a los 160,000 barriles diarios.
Factores como cambios fiscales, deudas pendientes con proveedores y recortes presupuestarios han reducido el número de plataformas petroleras de 50 en octubre de 2024 a menos de 20 en menos de seis meses, aunque recientemente se han realizado algunos pagos y cinco plataformas reanudaron operaciones.
El proyecto Trion de Woodside, con una capacidad estimada de 100,000 barriles diarios, sigue previsto para iniciar producción en 2028, mientras que los desarrollos Zama y la expansión Ku-Maloob-Zaap (KMZ) aún esperan la aprobación definitiva.
No obstante, la ventana para que estos proyectos contribuyan a la producción antes de 2030 comienza a cerrarse, afirmó la AIE.
Refinería Olmeca, Dos Bocas
Pemex sigue enfrentando dificultades para aumentar su capacidad de refinación, en su intento por sustituir importaciones con producción nacional de combustibles. La refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas y con una capacidad de 340,000 barriles diarios, avanza lentamente tras múltiples retrasos. Se prevé que opere a plena capacidad en 2026.
La primera fase, de 170,000 barriles diarios, inició operaciones a finales de 2024, y se espera que la segunda entre en funcionamiento a lo largo de 2025.
Este proyecto forma parte de un programa más amplio de modernización de seis refinerías de Pemex, que contempla la rehabilitación de unidades en Tula, Salina Cruz y Salamanca.
Con inversiones estimadas en 8,000 millones de dólares, el gobierno busca autosuficiencia energética y estabilidad en los precios al consumidor, mediante un aumento en la producción nacional de gasolina, diésel y turbosina.
Sin embargo, incluso si estos objetivos se cumplen antes de 2030, la caída proyectada en la producción de crudo acercaría a México a convertirse en un importador neto de petróleo.
Esta situación también podría reducir la oferta de crudo pesado y ácido, particularmente demandado por las refinerías de la costa del Golfo de Estados Unidos.
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