Durante septiembre pasado, la economía mexicana envió señales de que podría entrar en una fase recesiva, cuyos grandes pilares, el consumo privado y la industria, se quiebran.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) reveló una caída de 0.10% en el noveno mes del año, lo que ha elevado las expectativas sobre una nueva fase recesiva.
Esta disminución mensual significó la segunda caída consecutiva para la actividad económica del país; si bien en agosto pasado registró pequeño un crecimiento de 0.34%, posteriormente, del 0.31%.
Grandes actividades
Por grandes actividades, las terciarias, que indican el comportamiento del consumo de los hogares, cayeron 0.19% después de cuatro meses con alzas al hilo, por lo que su desplome responde a la merma del poder adquisitivo debido, principalmente, a las aún elevadas tasas de inflación e interés.
En tanto, las secundarias, que es todo al aparato industrial de México, descendieron 0.07%, extendiendo su racha a dos meses con variaciones negativas; lo anterior derivo del menor dinamismo en construcción por el término de algunas obras públicas y el retroceso de la manufactura estadounidense (-0.4% en septiembre).
Hacia adelante, la actividad industrial en México enfrenta varios desafíos: Desaceleración de la actividad industrial de Estados Unidos; recorte del déficit presupuestario en México; cautela por las reformas recién aprobadas; tasa de interés en México en niveles todavía restrictivos; la relación entre el gobierno de Claudia Sheinbaum y el sector privado, y el proceso electoral de Estados Unidos
detallaron analistas de Banco Base.
A tasa anual
A tasa anual, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica obtuvo un incremento de 0.5% en el noveno mes de este 2024, el menor nivel en 43 meses, es decir, en más de tres años y medio.
También destaca que durante los nueve meses transcurridos del año en curso, el IOAE únicamente superó la barrera de crecimiento de 2% en febrero (2.6%) y en marzo (3.1%).
Como resultado, la economía mexicana acumula un avance de 1.56% anual en el periodo enero-septiembre de este año, siendo el peor nivel desde igual lapso de 2020, cuando se contrajo 9.8% por la pandemia.
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