Por once años, el expresidente Enrique Peña Nieto cedió a un empresario ligado a Grupo Atlacomulco, tres enormes predios cercanos al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), cuya extensión equivale a 70% de la superficie que ocupa el Bosque de Chapultepec. El expresidente Andrés Manuel López Obrador denunció “corrupción” y “favoritismo” en esa obra, pero ninguno de los responsables ha recibido castigo o señalamiento alguno.
Por: José Raúl Linares y Claudia Bolaños (colaboración especial)
Sobre avenida Bordo de Xochiaca y Circuito Exterior Mexiquense, en el triángulo conformado por Nezahualcóyotl, Chimalhuacán y Texcoco, existen tres enormes inmuebles que hasta hace seis años, representaron el emblema de un ambicioso programa de reorganización territorial y especulación inmobiliaria.
Pero la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) devolvió dichos terrenos al olvido; el fantasma de un antiguo tiradero de basura y una zona de contención para evitar el desborde del Lago Nabor Carrillo.
A lo largo de once años, Enrique Peña Nieto, primero como gobernador del Estado de México, y después como presidente de la República, trianguló de manera irregular cerca de 523.71 hectáreas de tierra a tres distintas empresas, todas ellas, vinculadas a un distinguido miembro de su familia política: el Grupo Atlacomulco.
Documentos en poder de EL CEO revelan que, como vínculo de todas aquellas donaciones se encuentra el empresario mexiquense Heberto Gabriel Guzmán Gómez, quien actualmente se desempeña como vicepresidente en la Fundación de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAMex).
Descrito como “filántropo” y “apasionado del arte y la cultura”, Guzmán Gómez se encargó de desarrollar una opaca red empresarial así como ambiciosas conexiones con grandes capitales nacionales, dispuestos a recomprar los terrenos y convertirlos en territorio de especulación inmobiliaria.
El NAICM se encargaría de elevar “naturalmente” los precios.
NAICM: Aun sin castigo
Con excepción de Ciudad Jardín Bicentenario, construido en la avenida Bordo de Xochiaca y donde Grupo Carso de Carlos Slim dice haber invertido entre 150 y 200 millones de dólares, el resto de las inversiones fracasaron; incluidas, negociaciones con el gigante constructor Mota-Engil, que en México encabeza José Miguel Bejos.
El 28 de octubre próximo se cumplirán seis años de la polémica consulta que canceló el NAICM; pero la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador jamás investigó o impuso sanciones contra los responsables de la especulación, ni recuperó los predios.
En tanto que Slim y Miguel Bejos se convirtieron en los empresarios consentidos de la administración pasada, obteniendo jugosos contratos con el Tren Maya y Pemex.
Ciudad Jardín Bicentenario, el piloto
El 14 de noviembre de 2005, días después de que Peña Nieto se estrenó como gobernador del Estado de México, promulgó el “Decreto Número 180” en el que ordenó “enajenar a título oneroso”, una zona compuesta por 43.08 hectáreas de tierra en Nezahualcóyotl.
Con esto comenzó la transformación de avenida Bordo de Xochiaca, cuyo emblemático basurero Neza I comenzó su cierre; en su lugar se edificó Ciudad Jardín Bicentenario, un complejo comercial hoy integrado por 250 hectáreas.
El Decreto 180 con el que comenzó la transformación de Neza I, no solo fue avalado por Peña Nieto, sino también por Víctor Humberto Benítez Treviño, entonces secretario de Gobierno mexiquense y exvicepresidente de la Fundación de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAMex).
Según un punto de acuerdo firmado por cuatro diputados perredistas, hasta el año 2004 los predios A1 y A2 del Polígono IV en el perímetro del basurero, fueron propiedad del gobierno mexiquense y se encontraban en posesión municipal de Nezahualcóyotl.
Treinta años antes, en el polígono A1, se instaló el tiradero controlado denominado Neza I, a cargo del municipio por disposición constitucional, al límite de su vida útil.
En el A2, estaba instalada la Ciudad Deportiva de Nezahualcóyotl, administrada por el propio municipio.
El 3 de febrero de 2005, el ayuntamiento, entonces encabezado por el priista Luis Sanchez Jiménez, solicitó al gobierno de Eruviel Ávila en el Estado de México que los predios fueran donados a la empresa Gucahe Corporación Inmobiliaria Integral, S.A. de C.V.
Los documentos señalan que el proyecto quedó condicionado al cumplimiento de una planta de tratamiento de aguas residuales y un área para el tianguis de autos de la zona.
Hoy no se sabe si fue cumplió la promesa; tampoco cómo aumentó la donación de 43.08 a 250 hectáreas.
La conexión Guzmán-Slim
Cuando Ciudad Jardín Bicentenario se estrenó en noviembre de 2008, la Fundación Carlos Slim presumió la obra como “uno de los proyectos más importantes de México en cuanto a reconversión y recuperación de un pasivo ambiental en un activo económico y social” dentro de una zona históricamente deprimida.
En un reporte financiero de 2009, Grupo Carso señaló que Ciudad Jardín Bicentenario fue desarrollado en dos lotes de 250 hectáreas, e incluyó la construcción del “mayor centro deportivo en el área metropolitana” y un “complejo mixto de propiedad privada” en el que se asentó una lujosa zona comercial.
Aunque Slim, Peña Nieto y su entonces secretario de obras, Alfredo del Mazo, acapararon los reflectores en la inauguración de Ciudad Jardín, a su alrededor también apareció el empresario Heberto Gabriel Guzmán Gómez, quien en realidad se encargó de gestionar la inversión y las obras complementarias.
Documentos del Registro Público del Comercio (RPC) señalan que el 20 de noviembre de 2004, Guzmán Gómez constituyó Gucahe Corporación Inmobiliaria Integral, S.A. de C.V., y tuvo como principales socios al arquitecto Juan Cabeza Sastre y el abogado Vicente Hernández Barajas.
En una asamblea celebrada del 15 de marzo de 2006, Gucahe dio poderes a Guzmán Gómez para “realizar todos los actos tendientes a enajenar a título oneroso los derechos de propiedad o copropiedad, respecto al Lote A2 del Polígono IV, (cuatro romano), de la desecación del exvaso del Lago de Texcoco, municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México”.
Guzmán, ascenso a la fortuna con el proyecto del NAICM
Con Ciudad Jardín Bicentenario, Guzmán Gómez comenzó su camino a la prosperidad, pues solo tres años antes, constituyó oficialmente su primera empresa: la importadora de ropa Paris Jeans, S.A. de C.V., cuyas modesta fortuna le permitió y financiar una de sus grandes pasiones, la compra-venta de arte y la música de cámara.
Esa afición le permitió vincularse al patronato de la Orquesta Filarmónica así como a la Fundación de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAMex), donde conoció a políticos mexiquenses como César Camacho Quiroz, Emilio Chuayffet Chemor y Víctor Humberto Benítez Treviño, cercanos a Grupo Atlacomulco y al meteórico ascenso político de Enrique Peña Nieto.
Por la venta de los terrenos donados, el empresario Carlos Slim había pagado hasta 900% menos del valor catastral que –de haberse concretado la construcción del NAICM – los predios habrían alcanzado en el mercado inmobiliario.
“Centro de Logística de Alta Tecnología y Servicios”
Tras el éxito obtenido en Ciudad Jardín Bicentenario, Enrique Peña Nieto publicó un nuevo decreto con el que volvió a ceder tierras a empresas de Heberto Guzmán Gómez.
El 9 de noviembre de 2010, giró el “Decreto número 218” con el que su administración ordenó “desincorporar” a “título oneroso” 73.71 hectáreas de terreno aledaño al Bordo de Xochiaca.
Según el documento, la beneficiaría del proceso de desincorporación fue la empresa Clat Neza Bicentenario, S.A. de C.V., la cual se hizo con cinco predios –más dos áreas de restricción– ubicados en el polígono de los basureros polígonos Neza II y Neza III, bajo la promesa de que ahí construiría el “Centro de Logística de Alta Tecnología y Servicios”.
Como parte del monto a cubrir por esa superficie, Clat Neza Bicentenario se comprometió al “saneamiento, recuperación y rehabilitación integral del área”, incluida la clausura ecológica del tiradero, el control de la contaminación del suelo y convertir el uso de suelo para destinarlo a diversas actividades económicas, recreativas, servicios y tecnologías.
La administración de Peña Nieto cedió los terrenos a una empresa creada ex profeso y sin ninguna experiencia en el ramo inmobiliario: según datos de la Secretaría de Economía, Clat Neza Bicentenario, S.A. de C.V., fue registrada oficialmente el 28 de agosto de 2008, con un capital social de 100,000 pesos.
Clat Neza Bicentenario, EPN y el aeropuerto
El capital inicial del Clat Neza fue aportado por dos empresarios: 1) Heberto Gabriel Guzmán Gómez (70%); y, Vicente Hernández Barajas (30%).
La cesión de terrenos a la empresa corrió casi al paralelo de la gloria del político mexiquense: el 14 de noviembre de 2011, el Comité Ejecutivo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), decidió lanzar la convocatoria para escoger a su próximo candidato a la presidencia, y en el que Peña Nieto, se había convertido en el favorito del proceso interno.
Clat Neza Bicentenario, a su vez, había levantado esperanzas entre empresarios mexiquenses y nacionales, quienes veieron en el joven priista una oportunidad de hacer nuevos negocios.
Y es que en noviembre de 2008, Víctor Bautista López, presidente municipal de Nezahualcóyotl, y Ramón Ojeda Mestre, secretario de la Corte Internacional de Arbitraje y Conciliación Ambiental (CIACA), propusieron construir una tercera terminal aérea en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) sobre 426 hectáreas aledaños al Bordo de Xochiaca.
Dicho proyecto, según dijeron a Luis Téllez Kuenzler, entonces secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), contaría con el respaldo financiero del magnate Carlos Slim quien se había comprometido a aportar 1,000 millones de dólares, de los cuales, 400 millones se destinarán al saneamiento del basurero.
La victoria y los nuevos socios del Clat
Clat Neza Bicentenario, S.A. de C.V. buscó darle utilidad a los 73.71 hectáreas de terreno cedido hasta que Enrique Peña Nieto arrasó en las urnas y presentó el proyecto arquitectónico del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
El 18 de marzo de 2016, la empresa celebró su primera asamblea de cambio de administración y se nombró nuevos socios de la compañía; es decir, seis meses después de que los arquitectos Norman Foster y Fernando Romero presentaron la lujosa maqueta del NAICM.
El nuevo consejo de administración del Clat Neza Bicentenario quedó integrado por:
Además se nombró como comisario al polémico abogado Peter Bauer Mengelberg López.
Con la excepción del propio Heberto Guzmán, su hija Katia Guzmán Parra y el abogado Vicente Hernández Barajas, los nuevos miembros no tenían vínculos previos con el Clat Neza Bicentenario ni con otros negocios del “filántropo” mexiquense, pero sí con una de las obras complementarias al NAICM: la Autopista Urbana “Siervo de la Nación”.
El vínculo con la Autopista Urbana “Siervo de la Nación”
Según documentos del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y del RPC, Vieira Lima y Ojeda Cárdenas se desempeñaban como representantes legales de Importaciones Marktorne, S.A. de C.V., una de las compañías propietarias de Autopista Urbana Siervo de la Nación, S.A.P.I. de C.V., oficialmente operado por Mota-Engil.
Previamente, Ojeda Cárdenas obtuvo amplios poderes legales para que Mota-Engil, entre 2013 y 2016, obtuviera un crédito federal por 3,561 millones de pesos para la rehabilitación de la Autopista Urbana “Siervo de la Nación”, así como una ampliación de la concesión que pasó de 27 a 46 años.
“Siervo de la nación” forma parte de los siete ejes troncales que, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, contemplaban atravesar el NAICM por territorio mexiquense. Particularmente a la zona poniente de la terminal, entre Ecatepec, Jardines de Santa Clara, Santa Clara Coatitla, San Juan Ixhuatepec, Valle de Aragón y Plazas de Aragón.
Si bien el “Centro Logística de Alta Tecnología y Servicios” jamás vio la luz, y su fracaso está ligado íntimamente a la cancelación del NAICM, la obra despertó la ambición económica de decenas de empresarios que, a su vez, terminaron por tejer una la compleja red de conexiones y relaciones político-financieras.
Los terrenos cedidos al Clat Neza Bicentenario en 2010, se ubican a escasos siete kilómetros de “Ciudad Aeropuerto” que, según “Visión Integral, 2018” elaborado por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), pretendía integrar la terminal aérea con otros proyectos: “aerotrópolis”, un “gran centro comercial” y un “centro logístico de alto valor”.
La participación de Vieira Lima y Ojeda Cárdenas en el fallido NAICM
Vieira Lima además de laborar con Mota-Engil, formó parte de Mobility ADO, Controlar North America S.A. de C.V., el Portugal Business Center y socio de Ecochoice Mexico, empresas y asociaciones que poseen operación tanto en México y el país europeo, particularmente, inversiones vinculadas a la construcción, movilidad y energías “verdes”.
Pablo Héctor Ojeda Cárdenas, tesorero del Clat, posee amplia experiencia en los negocios vinculados a la política, ya que entre 2000 y 2010 trabajó para la Secretaría de Gobernación (Segob) encabezada por Fernando Gómez-Mont; y entre 2011 y 2017 laboró en el despacho “Consorcio de Litigio Estratégico”, encabezado por el polémico abogado Peter Bauer Mengelberg.
Entre 2013 y 2018 se vinculó, respectivamente, a Ojeda Cárdenas (tesorero del Clat) como Bauer Mengelberg (como comisario de la misma), a dos escándalos de corrupción:
Ojeda participó en la constitución de dos “empresas fantasma” (Krozen, S.A. de C.V. y Contreras & Janeiro, S.C.) con las que el exgobernador veracruzano Javier Duarte desvió millonarias cantidades de dinero público; Bauer participó en la creación empresas fachada y depósitos en cuentas bancarias fuera del país, con las cuales la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) investigó a su cuñado, el ex magistrado y expresidente del Tribunal Electoral de la Federación (TEPJF), José Luis Vargas.
Por último, Ojeda Cárdenas regresó a la administración pública entre 2018 a 2022, periodo en el que Cuauhtémoc Blanco lo nombró secretario de Gobierno en el estado de Morelos.
Nezahualcóyotl quiere de vuelta los terrenos
Adolfo Cerqueda Rebollo, presidente municipal de Nezahualcóyotl, hoy solicita que los terrenos donados a Clat Neza Bicentenario desde el año 2010, sean devueltos al municipio para la construcción de un hospital y un cuartel de la Guardia Nacional.
No obstante, ha recibido negativas tanto del pasado gobierno local, encabezado por Alfredo del Mazo, como de la actual, encabezado por la gobernadora Delfina Gómez:
“Yo le he solicitado a la gobernadora (Delfina Gómez) que se revise, que se revoque el decreto. Ya tiene 14 años y estamos legalmente en condiciones de que, si no fue utilizado para los fines. Es un decreto de noviembre de 2010 entonces, yo lo que estoy pidiendo es que se revoque. Fui a Toluca, me manifesté –en el sexenio de Del Mazo Maza– como gobernador, y me dijeron: tiene dueño, hay un decreto. Ahora ya con conocimiento de causa les puedo decir que un decreto no te hace poseedor”.
Poseedor te hace tener un título de propiedad. Lo que hizo falta fue que regularizaran el decreto ante el Instituto de Información e Investigación Geográfica, Estadística y Catastral del Estado de México (IGECEM), que se inscribiera ante el Registro Público de la Propiedad, y no lo hay
lamenta Carqueda Rebollo.
CERAO y la industrialización de Chimalhuacán
Entre el 21 de julio y 29 de septiembre de 2016, la administración de Enrique Peña Nieto publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), dos decretos para “ceder” y “desincorporar” cerca de 200 hectáreas del predio denominado “El Moño” o “Los Tlateles”, ubicados en el municipio de Chimalhuacán, Estado de México.
Los terrenos, se ubican a un costado de la avenida Bordo de Xochiaca y Circuito Exterior Mexiquense, a menos de cinco kilómetros del NACIM, y su donación favoreció directamente a la “empresa paramunicipal”, Desarrollos de Infraestructura Sustentable Nuevo Chimalhuacán, S.A. de C.V.
El caso documentado por el periodista Carlos Gutiérrez Bracho, bajo el patrocinio de la iniciativa Connectas, refiere que la organización Antorcha Campesina junto con el empresario Herberto Gabriel Guzmán, habían proyectado la construcción del proyecto inmobiliario-industrial conocido como el Centro Estratégico de Recuperación Ambiental del Oriente (CERAO).
Oficialmente, el proyecto CERAO nació con el objeto de “prevenir, controlar, manejar y restaurar todo lo relacionado a la contaminación ambiental del municipio” de Chimalhuacán, además de la “creación de la infraestructura para la generación de empleos permanentes y dignos” para los habitantes de la zona.
La investigación de Gutiérrez Bracho refiere que el CERAO realmente formaba parte de la infraestructura ligada al desarrollo del NAICM; y aunque el GACM negó que oficialmente estuviera integrada a la construcción de la terminal aérea, los 200 hectáreas de terreno se ubican a 3.25 kilómetros de “Ciudad Aeropuerto”.
Guzmán Gómez-Antorcha Campesina
Si bien el proyecto CERAO también fracasó tras la cancelación del NAICM, tanto Guzmán Gómez como Antorcha Campesina se transformaron en los principales defensores del proyecto. La historia había comenzado tres años atrás:
Según el acta de una sesión de cabildo celebrada el 3 de abril de 2013, el gobierno municipal de Telésforo García Carreón, también integrante de Antorcha Campesina, solicitó ante el gobierno estatal encabezado por Eruviel Ávila Villegas, la creación CERAO y un “Parque Industrial”.
El documento recuperado por Gutiérrez Bracho, refiere que García Carreón y su cabildo compuesto por otros antorchistas, solicitaron la presencia del empresario Guzmán Gómez y Ramón Ojeda Mestre, como artífices del mencionado parque y de la zona de contención al Lago Nabor Carrillo.
En el acta de constitución de la empresa paramunicipal Desarrollos de Infraestructura Sustentable Nuevo Chimalhuacán, S.A. de C.V., Guzmán Gómez incluso aparece como presidente del consejo de administración de Grupo Urbano Continental, refiere Connectas.
El 18 de diciembre de 2015, la administración de Eruviel Ávila Villegas publicó el “Decreto número 51”, con el que se autorizó al gobierno municipal de Chimalhuacán la creación de la empresa “paramunicipal”.
La creación de dicha empresa no solo fue aprobada por el gobierno de Ávila Villegas, sino también por el congreso local mexiquense.
El 20 de junio de 2018, Guzmán Gómez, en el marco de las elecciones federales que arrojaron el triunfó de López Obrador, reconoció su participación en el CERAO y defendió la integridad del proyecto.
El CERAO se instalará en la zona de los Tlateles en una superficie de 200 hectáreas, de las cuales 150 serán para el Parque Industrial, 30 para una unidad deportiva y 20 para la edificación de la Universidad Politécnica de Chimalhuacán
explicó Guzmán.
Laberinto: especulación y opacidad en el NAICM
EL CEO entrevistó a Juan Hugo de la Rosa, viejo diputado de izquierdas y expresidente municipal de Nezahualcóyotl, y José Luis Luege Tamargo, exdirector de la Comisión Nacional del Agua, quienes se opusieron a la reconversión de suelo, triangulación de los inmuebles y su transformación en mercancías.
De la Rosa que actualmente es diputado federal por Morena, aún sostiene que el beneficiario de las donaciones para Ciudad Jardín Bicentenario y el “Centro de Logística de Alta Tecnología y Servicios”, fue directamente el empresario Carlos Slim.
Aunque el empresario se desligó de la transacción, De la Rosa insiste: “es de amplio conocimiento cómo han operado las cosas. Hay un intermediario (Heberto Guzmán) que hace todo el procedimiento para que al final él (Slim) sea el beneficiario”.
Es que “en el gobierno del estado de México, hacían tranza de todo lo que podían”, acusa.
Por otra parte, Luege Tamargo señala que la donación destinada para el CERAO, ubicada en el predio conocido como “El Moño” o “Los Tlateles”, fue una “transacción absurda y corrupta”.
Durante mi gestión como director de Conagua en la administración de Felipe Calderón, siempre defendí el rescate ambiental de la zona federal del lago de Texcoco, establecido por decreto presidencial desde 1971. Sin embargo, la construcción del aeropuerto generó un conflicto dentro del gabinete
recuerda.
A través del Plan Lago de Texcoco, en la zona de “El Moño” y “Los Tlateles”, se pretendía construir lagunas artificiales tanto de regulación, como de captación agua de lluvia y de escurrimientos de aguas residuales. “Esa zona era para lagunas de regulación para evitar inundaciones”, lamenta.
El exfuncionario experto en esa zona resume que “la donación de terrenos federales al Estado de México y luego a Chimalhuacán, liderado por Antorcha Campesina, fue una transacción absurda y corrupta”.
Slim y Bejos, los otros consentidos del NAICM
Como documentó EL CEO, la relación entre Carlos Slim y el expresidente Andrés Manuel López Obrador pasó de la confrontación a la complicidad. Esa cercanía se transformó en la firma de 2,530 contratos por los que el magnate mexicano ganó casi 61,000 millones de pesos, entre 2019 y principios de 2024.
José Miguel Bejos, en tanto, representante de Mota-Engil en México, habría recibido en el sexenio pasado contratos por 104,000 millones de pesos, de los cuales, más del 61% fueron otorgados por Petróleos Mexicanos, según una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
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