La demanda interna de México, compuesta por el consumo de los hogares y la inversión de corto plazo, se deterioró al cierre del primer semestre de 2024, situación que prevalecería en la segunda mitad.

De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador mensual del consumo privado en el mercado interior creció apenas 0.06% a tasa mensual durante junio pasado.

Este aumento del indicador que mide el gasto que hacen los hogares en el consumo de bienes y servicios, se dio tras dos meses consecutivos con disminuciones, siendo un efecto rebote y que no compensó las bajas previas.

Riesgos de la demanda interna

Para Banco Base, estas cifras del indicador ponen en evidencia la debilidad del consumo en México y entre los riesgos que pudieran frenar su crecimiento, destacan:

  1. Cautela por la incertidumbre del nuevo gobierno en México y las consecuencias de que se apruebe la reforma al Poder Judicial;
  2. La cautela por las elecciones en Estados Unidos;
  3. La depreciación del peso;
  4. Que se retome la tendencia al alza del porcentaje de cartera vencida en los créditos al consumo ante la caída de las remesas y la baja creación de empleo en México;
  5. La alta tasa de interés;
  6. La reducción del gasto público en 2025.

El modesto rebote en el consumo posiblemente reflejó la mayor confianza del consumidor (47.4 pts., máximo desde febrero 2021) y el rebote en las remesas en pesos (19.0% a/a), que en conjunto compensaron la marginal alza en la tasa de desempleo (2.7%) y en el crecimiento en la inflación (4.88% a/a, máximo de 12 meses)

explicaron analistas de Ve por Más (BX+).

Inversión en activos con la primera baja del año

En tanto, la formación bruta de capital fijo, que permite conocer el comportamiento de la inversión en activos fijos en el corto plazo, cayó 1.02% mensual en junio pasado, siendo la primera contracción del año.

La construcción tuvo su mayor caída desde septiembre 2023, en -3.2%. Este resultado es consistente con el reporte de producción industrial. En el detalle, el componente no residencial fue negativo, hilando dos meses a la baja. El rubro residencial retrocedió 4.6%, enfrentado una base retadora luego de tres meses de crecimiento

detallaron estrategas en un análisis de Banorte.

Los especialistas del grupo financiero Banco Base señalan que el retroceso refleja que la inversión en territorio nacional está siendo afectada por tres factores:

  1. La depreciación del peso que encarece la inversión en maquinaria y equipo importado, que representan aproximadamente el 27% de la inversión fija total;
  2. La incertidumbre por el cambio de gobierno y la probable aprobación de reformas constitucionales que afecta la construcción residencial y no residencial (que incluye construcción del sector industrial). La probable aprobación de la reforma al Poder Judicial en septiembre podría elevar más la incertidumbre y llevar a los inversionistas a postergar sus planes de inversión en el país;
  3. El menor gasto público que impacta la construcción no residencial, previo a la entrada de la nueva administración. Considerando estos puntos, es probable que los datos de inversión del segundo semestre sigan mostrando deterioro.

Lectura de debilidad

Los analistas de Monex consideran que persiste la lectura de debilidad en el consumo de bienes, así como en la inversión de corto plazo. Por lo que, ante este desempeño, se podría observar una contracción en los niveles de la demanda agregada.

Hacia adelante, observan que el rubro de la construcción presenta un panorama retador ante el cierre de obras del sexenio; por lo que será clave los anuncios de nuevos proyectos hacia la nueva gestión de gobierno.

Agregan que el sentimiento de los consumidores se ha deteriorado, afectado principalmente por los persistentes y elevados niveles de inflación, ocasionando una reducción en el poder adquisitivo, lo cual podría relacionarse a la disminución en el gasto realizado por los hogares.

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