La firma de ultra fast fashion Shein no sólo deberá lidiar con las restricciones de Estados Unidos en sus intenciones de salir a la bolsa de la nación norteamericana, también deberá hacerlo con las de China.
El pasado noviembre, la compañía habría presentado una solicitud ante la Comisión Reguladora de Valores de China (CRVS) para obtener la aprobación de salida a bolsa en Estados Unidos, indicaron dos fuentes consultadas por Reuters.
La acción provocará que Shein se vea obligada a respetar las nuevas normas de cotización implementadas por Beijing para las empresas chinas que buscan cotizar en el extranjero.
Asimismo, se ponen en duda los esfuerzos que la compañía con sede en Singapur ha realizado durante años para distanciarse del gigante asiático y posicionarse como una empresa global.
Las normas actuales de cotización chinas entraron en vigor en marzo del año pasado y en ellas se estipula que las empresas locales que quieran cotizar en mercados extraterritoriales deberán presentar una solicitud ante la CSRC y recibir autorización de los reguladores nacionales antes de proceder.
La valoración de la empresa de moda se sitúa en 66,000 millones de dólares, según una recaudación de fondos realizada en mayo de 2023, revelaron las fuentes. Gracias a ser un negocio en línea su expansión se ha dado de manera acelerada, obteniendo presencia en más de 150 países.
Algunas complicaciones para Shein
Según lo planteado por la CSRC, autoridades como la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y el regulador de ciberseguridad pueden involucrarse en la aprobación de solicitudes de una oferta pública inicial (OPI) en el extranjero.
Los múltiples filtros se traducen en complicaciones para las compañías debido a las prioridades con las cuales cuenta cada una de las agencias. Un ejemplo es la seguridad nacional de la protección de datos.
Debido a que la cadena de suministro y fabricación de Shein tiene una gran dependencia de China, la CSRC está contemplando que debe regirse bajo las nuevas reglas, apuntaron las personas familiarizadas con el tema.
Según las nuevas normas, si un solicitante tiene el 50% o más de sus ingresos operativos, ganancias o activas en China, la mayor parte de sus actividades se llevan a cabo en el país o sus directivos son de nacionalidad china o domiciliados en el territorio, la firma será considerada china.
Con información de Reuters
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