El Palacio de Hierro es una tienda departamental comúnmente asociada al lujo y la exclusividad. Cuenta con una historia de más de un siglo, pues fue fundada en 1888 y constituyó uno de los primeros proyectos de este tipo de grandes almacenes en América Latina.
Aunque ahora es una cadena con presencia en varias ciudades, El Palacio de Hierro inició en la Ciudad de México con una sucursal en el terreno que todavía le pertenece, sobre la calle ahora nombrada como 20 de Noviembre del Centro Histórico.
Sin embargo, el edificio que actualmente permanece en dicho terreno no es la construcción original de la primera sucursal de El Palacio de Hierro. Ya que su primer proyecto resultó destruido a los pocos años de ser inaugurado y, posteriormente, tuvieron que reconstruirlo.
¿Cómo fue el primer edificio de El Palacio de Hierro?
El Palacio de Hierro se constituyó como una sociedad en 1888, cuando lo fundaron las familias Tron y Leántaud, de origen francés. Ellos decidieron comprar un terreno de 625 metros cuadrados en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
El arquitecto George Debrie se encargó de diseñar la primera sucursal de El Palacio de Hierro. Esta era una estructura de acero recubierto de hormigón, que se imponía entre los demás edificios de la zona gracias a sus cinco pisos de altura. Su diseño se inspiró en el de otros grandes almacenes de ciudades como París, Nueva York, Londres y Chicago, con un concepto que estaba en auge en aquel momento.
Esta histórica tienda se inauguró en 1891 y fue pionera en el uso de varias tecnologías. Entre ellas, se encuentra el equipamiento de focos para iluminar los aparadores y la instalación de un elevador hidráulico, que permitía que todos los clientes pudieran recorrer sus cinco niveles.
Fue destruida por un incendio
Entre 1891 y 1910, la primera tienda de la empresa sufrió varias remodelaciones. Estas pretendían mantenerlo como un edificio actualizado y con las últimas tendencias arquitectónicas, como el art deco.
Cuando estaba en uno de sus mejores momentos y tras pocos años de su más grande remodelación, la primera sucursal de El Palacio de Hierro fue destruida por un trágico incendio en 1914. Según la cobertura de la época, todas las instalaciones resultaron dañadas durante las horas que duró este incidente.
Tras este acontecimiento, inició la reconstrucción de la tienda. Sin embargo, el contexto nacional y global –que atravesaba por la Revolución Mexicana y la Primera Guerra Mundial– hizo difícil terminar con las obras. Finalmente, el edificio se reinauguró hasta 1921, con el diseño que todavía prevalece.
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