La junta directiva de OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT, anunció que Sam Altman, quien ocupaba el cargo de CEO y cofundó la organización, dejará el cargo este viernes. Tras su dimisión, quedará al mando de forma interina la directora de tecnología de la firma, Mira Murati.
En un comunicado, la empresa explicó que llevó a cabo un “proceso de revisión deliberante” en el que concluyó que Altman no fue “consistentemente sincero” en la comunicación que llevaba con la junta. Por esa razón, alegaron que su capacidad para ejercer como CEO se vio obstaculizada.
En ese mismo sentido, la junta directiva alegó que había perdido la confianza en Sam Altman y consideran que ya no tiene la cualidad para liderar la organización. El nombramiento de un sucesor definitivo está pausado, pues todavía se encuentran en proceso de búsqueda.
Agradecemos las numerosas contribuciones de Sam a la fundación y el crecimiento de OpenAI. Al mismo tiempo, creemos que es necesario un nuevo liderazgo a medida que avanzamos
declaró la junta en su comunicado.
¿Quién es Mira Murati, la CEO interina de OpenAI?
La empresa explicó que Mira Murati ha tenido puestos de liderazgo en OpenAI por cinco años, donde desempeñó un papel fundamental en la consolidación de la empresa como líder mundial en tecnología. Además, señalaron que está plenamente enterada y capacitada para guiar la compañía.
Según un perfil en la revista Fortune, Murati se unió a OpenAI en 2018. Pero, antes, tuvo un paso por Tesla, donde fue gerente de producto en el Model X de la marca.
Mira Murati nació y creció en Albania, en Europa del Este. A los 16 años, abandonó su país de origen y se mudó a Vancouver, Canadá, donde obtuvo una beca para asistir a una escuela internacional. Posteriormente, obtuvo un título de ingeniería en la universidad de Darmouth, una de las más prestigiosas de Estados Unidos, perteneciente a la Ivy League.
El cambio sucede en un momento estratégico
OpenAI realiza este cambio de liderazgo en medio del auge de la inteligencia artificial generativa, área en que son pioneros. La empresa ha recaudado millones de dólares de Microsoft y constantemente aparece entre los unicornios más valiosos de la historia.
Ahora, enfrenta un panorama del nacimiento de otros competidores. Google ya lanzó al público Bard, su propio servicio de IA generativa. Además, otras compañías como Amazon han orientado sus inversiones en este sector.
El perfil de Sam Altman se popularizó tan rápido como crecía la compañía, al grado en que se convirtió en el ‘rostro’ de la industria de la inteligencia artificial. Posiblemente por esa razón, tras su salida, las acciones de Microsoft cerraron el día con una caída de 1.7%.
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