Un Centenario es una moneda de oro bastante popular en México. Se trata de una pieza de 37.5 gramos del material, que se ha consolidado como una de las formas más accesibles para adquirir este metal precioso y utilizarlo como instrumento de ahorro. Sin embargo, antes de comprar alguno, podría ser necesario realizar algunas pruebas para verificar si las monedas de oro son originales.
¿Cómo asegurarse de que un Centenario es real?
La forma más fácil de tener la certeza de que se está adquiriendo un Centenario original y auténtico es comprándolo a través de canales autorizados. Los bancos son una de las opciones más populares para obtener estas monedas de oro y la mayoría de las instituciones bancarias los ofrecen en determinadas sucursales.
Otro lugar que brinda una garantía de originalidad al comprar un Centenario es la Casa de Moneda de México, pues está respaldada directamente por Banco de México, la institución encargada de acuñarlos. Además, están disponibles en el Museo Interactivo de Economía.
6 maneras caseras de probar si es oro real
En caso de adquirir un Centenario a través de un canal no oficial de ventas –como comprarlo a un amigo o recibirlo en pago por una deuda–, hay que seguir algunas recomendaciones para asegurar su originalidad. La forma más fácil de hacerlo es llevarlo a alguna joyería o casa de empeño, donde podrán realizarle las pruebas necesarias para verificarlo.
Sin embargo, Manhattan Gold & Silver, una empresa especializada en la refinación de metales preciosos, también ofrece recomendaciones caseras para saber si una pieza es de oro. En el caso de las monedas como el Centenario, es recomendable realizar varias de las siguientes pruebas:
- Probar si flota. Si la moneda es de oro real, debería hundirse rápidamente al ser introducida en algún recipiente con agua. En caso contrario, es posible que sea falso.
- Verificar que no sea magnético. El oro es un material que no reacciona ante imanes. Por ello, hay que checar que la moneda no se adhiera ante el magnetismo.
- No mancha la piel. Al frotar una moneda de oro en las manos húmedas, no debería haber ninguna reacción. En caso de que la piel adquiera tonalidades verdes o azules, es posible que se trate de cobre.
- Raspar una cerámica. Otra prueba sencilla es raspar la pieza de oro con alguna pieza de cerámica sin esmaltar (como la base de una taza). El oro real deja raspaduras de color dorado, mientras que las copias sueltan rebabas negras.
- Probar con vinagre. Una forma más confiable es vertir algunas gotas de vinagre sobre la moneda; si no es oro, entonces cambiará de color.
- Ácido nítrico. Aunque no es un método 100% casero, sí es la prueba más fiable. Para realizarla, hay que raspar la superficie de la moneda y poner algunas gotas de ácido nítrico en el lugar, el cual no debería producir ninguna reacción.
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