Una de las grandes preocupaciones de los hogares mexicanos es la pérdida de poder de compra de los ingresos por remesas.
De acuerdo con datos de Banco de México (Banxico), las remesas ascendieron a 16,268 millones de dólares durante el segundo trimestre del 2023, que significó un aumento de 8.5% anual.
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Sin embargo, al convertir este monto a moneda nacional, con un tipo de cambio FIX, esta fuente de ingresos del exterior fue de 287,747 millones de pesos, 4.3% menos respecto a igual periodo del 2022.
Además, si se considera los elevados niveles de inflación, la disminución del poder adquisitivo de las remesas, que es un pilar en el consumo de las familias del país, es más profunda.
Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor del INEGI, en el lapso abril-junio del presente año las remesas registraron una contracción de 9.5% a tasa anual, que representó hilar tres trimestres con bajas.
Lo anterior manifiesta que para los receptores de remesas, el poder adquisitivo que proporciona se ve impactado por la fortaleza de la moneda nacional frente al dólar (menos pesos por cada billete verde), así como por la aún alta inflación.
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Se espera caída en 2023
Para todo el 2023, Banco Base espera un flujo total de remesas de 63,247 millones de dólares, mostrando un crecimiento anual de 8.1%.
Considerando esta expectativa de crecimiento de las remesas, una proyección de inflación de 4.6% al cierre del año y asumiendo un tipo de cambio de 16.80 pesos por dólar a partir de agosto, se proyecta que el poder adquisitivo de las remesas mostrará una contracción anual de 11.12%
advierte el grupo financiero.
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Dicha caída a tasa anual, añade, sería, además de la primera baja desde el año 2013, la más pronunciada desde que se tienen registros.
Preocupa recesión en EU
Otro de las preocupaciones que tienen los hogares del país es la posibilidad de una recesión en Estados Unidos, el principal socio comercial de México.
Dicha recesión afectaría negativamente las exportaciones de México y reduciría las remesas enviadas por los mexicanos en el extranjero, lo que podría impactar considerablemente a la demanda interna, explica Banco Base.
Hasta la fecha, la posibilidad de recesión para el 2023 ha disminuido considerablemente, pero se estima que Estados Unidos podría caer en recesión a finales del 2024 o inicios del 2025.