Si bien la confianza de los hogares aumentó en julio pasado, el mercado laboral y la adquisición de una vivienda fueron factores de pesimismo.
De los 10 indicadores complementarios del Indicador de Confianza del Consumidor (ICC), dos presentaron reducciones durante el séptimo mes del 2023.
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El primero corresponde al comportamiento del empleo en los próximos 12 meses, que registró una caída 1.54% a tasa mensual, el peor resultado en el último año y que manifiesta las bajas expectativas de las familias mexicanas sobre la generación de trabajos.
En tanto, la otra disminución se registró en si el hogar está planeando comprar, construir o remodelar una casa en los próximos dos años, con una baja de 1.68%, tras presentar un aumento de 10.32%.
Lo anterior responde al incremento en los costos de vivienda, como respuesta al encarecimiento de la tierra y al alza en los precios internacionales de algunos insumos del sector de la construcción.
Las alzas
Por su parte, el mayor aumento se dio en el indicador referente a las posibilidades económicas para salir de vacaciones en los próximos 12 meses, con un alza de 5.05%.
Le siguió la planeación de comprar un automóvil nuevo o usado en los próximos dos años, al mostrar un avance de 2.77%.
Aunque sobresale el incremento mensual de 2.4% en la expectativa, respecto con los 12 meses anteriores, del comportamiento de los precios en el país en el siguiente año, mostrando que la desaceleración de la inflación ya la observan las familias.
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Mayor optimismo
En términos generales, la confianza del consumidor agarró más fuerza al inicio del segundo semestre del presente año.
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Según cifras datos desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el ICC creció 1.86% a tasa mensual durante julio pasado
Este aumento, además de representar tres meses con variaciones positivas, significó el mejor resultado en el último medio año.
Riesgos
Para el 2023, Banco Base estima que el consumo privado crecerá 3.5% respecto al 2022; no obstante, añade que hay riesgos relevantes a considerar:
- Una mayor erosión del poder adquisitivo de las remesas a causa de la apreciación del peso
- Incrementos en las presiones inflacionarias
- Una ralentización en la creación de empleo formal debido a un ambiente empresarial menos propicio, incertidumbre política y económica
