La resiliencia del consumo privado y de la economía de Estados Unidos provocaron que el comercio exterior de México creciera durante junio pasado.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la balanza comercial de México registró un déficit de 1,424 millones de dólares en el sexto mes del 2023.
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Dicho monto deficitario, con el cual se hilaron 16 meses con saldo negativo, fue la diferencia entre los 49,680 millones de dólares de exportaciones y los 51,105 millones de importaciones.
Resistencia estadounidense
Aunque las importaciones fueron superiores a las exportaciones en el sexto mes del año, las ventas al exterior presentaron un crecimiento de 0.92% mensual, lo que significó la segunda alza consecutiva.
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Este aumento proviene de la resistencia que mostró en el primer semestre del año la economía de la Unión Americana, el principal socio comercial de México.
La primera estimación del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos arroja un aumento de 2.4% a tasa trimestral anualizada en el segundo trimestre del año, superior a la variación de 2.0% en los primeros tres meses del 2023.
Esta buena noticia, en medio de los temores de que la política monetaria restrictiva ocasione una recesión pronto, alivia las expectativas de las exportaciones mexicanas y de las compras al exterior de bienes intermedios.
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En tanto, las importaciones incrementaron 2.03% en junio pasado, tras caer 2.49% en el mes previo. Lo anterior manifiesta la resiliencia del consumo privado interno, ante un contexto de aún una elevada inflación y altas tasas de interés.
Esto lo manifestó el Indicador Oportuno del Consumo Privado, al ascender 3.8% a tasa anual en junio de este año, el mayor nivel en los últimos cinco meses.
Debajo de las expectativas
Para el 2023, Banco Base espera que las exportaciones registren un crecimiento anual de 6.0% con respecto al 2022.
El crecimiento acumulado en la primera mitad del año se ubica por debajo de la expectativa en 3.93%, pero esto se debe principalmente a un efecto arrastre por los menores precios de energéticos con respecto al mismo periodo del 2022
explica el grupo financiero.
Añade que existen dos factores que podrían impulsar el crecimiento anual de las exportaciones totales en la segunda mitad del año:
- Repunte de los precios de energéticos ante una mejora de las expectativas de crecimiento en Estados Unidos y una menor probabilidad de recesión
- Aceleración de las exportaciones no petroleras, que en la primera mitad del año acumulan un crecimiento de 6.10% (en línea con las expectativas de crecimiento) y explican el 94.6% de las exportaciones totales
