Sabrosano es una marca de aceite vegetal comestible. De acuerdo con su sitio, se trata de un producto de soya y canola, el cual se comercializa en miles de puntos de venta en toda la República Mexicana.
Al igual que otras marcas de aceites en México, Sabrosano es propiedad de Ragasa. Se trata de uno de los mayores productores de este producto a nivel nacional; según cifras de El Universal, sus filiales tienen cerca del 20% de participación en el mercado.
En la actualidad, la compañía Ragasa es propiedad de los hermanos Enrique y Alejandro García Gámez, indica una columna de Mario Maldonado, periodista y director de EL CEO. Ellos heredaron la participación de su padre, quien fundó la empresa.
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Sabrosano, marca ‘hermana’ de Nutrioli
Ragasa no solo posee la marca de aceite Sabrosano, sino que tiene a otro de los mayores competidores en el mercado: Nutrioli.
La diferencia entre ambas marcas es que Sabrosano está fabricado con base en una combinación de aceites de canola –proveniente de una planta homónima, o también conocida como colza– y soya, mientras que Nutrioli es una alternativa hecha en su totalidad de aceite de soya.
Aparte de las dos mencionadas, Ragasa también es propietario de las marcas Ave, Oli y Gran tradición. Según datos de El Financiero, debido a su tamaño, la empresa ocupa 150,000 toneladas de soya al mes para fabricar sus diferentes nominaciones del aceite comestible.
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¿Cómo surgió la empresa Ragasa?
De acuerdo con datos del sitio de la compañía, Ragasa fue fundada en 1917 por el empresario Raúl García. Inicialmente fue un negocio dedicado a la molienda de semillas oleaginosas, es decir, que producen aceite.
El medio Medium abunda en que, inicialmente únicamente ofrecían su aceite de semillas de algodón a compañías que posteriormente lo transformaban en otros productos. Una de ellas era McCormick, que lo empleaba para la elaboración de mayonesa.
Durante la década de los años 80, los hijos del fundador, Enrique y Alejandro García, decidieron reinventar el negocio y comenzaron a vender en botellas individuales directo al consumidor final, explica Medium. El concepto se volvió exitoso debido a que el aceite de soya se había popularizado como una opción saludable.
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Para 1997, Ragasa finalmente desarrolla uno de sus productos estrella: Nutrioli. Este aceite se posicionó entre los consumidores debido a que tenía un proceso de refinación que le quitaba el mal olor característico de los productos de soya. Además, se vio beneficiado por su publicidad que apelaba a la nutrición y salud, señala Medium.
