Para este 2023, se prevén vientos en contra para las remesas, una de las principales fuentes de ingresos para el gasto de las familias.
Si bien los migrantes mexicanos continuarán esforzándose para mandar remesas en el transcurso del año, considerando el deterioro del poder de compra por la apreciación del peso, este indicador inicio el año con el pie izquierdo.
De acuerdo con datos de Banco de México (Banxico), las remesas sumaron 5,188 millones de dólares en enero del año en curso, que representó una disminución de 1.49% respecto a diciembre del 2022.
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Existen factores atenuantes, incluyendo una inflación más alta y un desempeño del mercado laboral para el sector migrante mexicano que continúa frenándose
advierte Banorte.
Añade que la tasa de desempleo entre hispanos y latinos aumentó por segundo mes consecutivo a 4.5% desde 4.3%, en contraste con la misma métrica a nivel nacional, que cayó a 3.4% de 3.5%.
Para los mexicanos, el grupo financiero estima que se expandió en 120 puntos base, a 5.3% de esta población activa durante enero.
Presiones inflacionarias
De los vientos en contra para las remesas, destacan presiones inflacionarias que, aunque mantienen una tendencia a la baja, pueden verse fácilmente impactadas en el consumo personal estadounidense, y la solidez que ve la Reserva Federal en el mercado laboral nacional, dándole margen para seguir con las alzas de tasas.
Así como la construcción, uno de los principales sectores que provee de empleos a los trabajadores mexicanos, no ha dado señales de mejoría y podría continuar desacelerándose por el apretamiento monetario adicional.
En ese contexto, Banorte estará atento a los datos de la nómina no agrícola para el mes de febrero, esperando que los datos generales sigan siendo positivos y que esto vaya hacia el grupo de hispanos, latinos y mexicanos.
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Previsiones cautelosas
Hacia adelante, considerando que las compañías reafirman que las condiciones de demanda siguen afectadas por las presiones inflacionarias, Banorte se mantiene cauteloso sobre las remesas.
Lo anterior, debido a que pronostica un deterioro del mercado laboral en Estados Unidos a lo largo del año, por lo que aún cree que las remesas se desacelerarán en el 2023 relativo al 2022.
No obstante, no es del todo claro si esto será suficiente para una fuerte contracción en términos anuales
concluye el grupo financiero.