Luego de que el mercado impusiera una tasa alta a los bonos que Petróleos Mexicanos (Pemex) emitió en enero, la paraestatal se prepara para pagar sus deudas a través de apoyo gubernamental y esperando que los precios del crudo se mantengan elevados.
Pemex confía en los altos precios del hidrocarburo para mantener sus inversiones este año, además de cumplir con sus obligaciones financieras, sin necesidad de emitir más bonos.
Por ahora, el plan es usar el efectivo de Pemex y no realizar más operaciones de refinanciamiento de deuda en los mercados, siempre que los precios del petróleo se mantengan altos
indicó una fuente consultada por Reuters.
El gobierno estima que la combinación de petróleo exportada por la compañía tendrá un precio de 68.70 dólares por barril este 2023, menor al promedio de 89.35 dólares por barril que alcanzó en 2022.
Los precios del crudo Brent de referencia mundial se han estabilizado este año en medio de preocupaciones de una contracción económica después de haber subido un 10% el año pasado.
Pemex buscó aprovechar la situación del mercado para colocar un nuevo bono en enero, sin embargo, la preocupación por la aparente atracción del apoyo del gobierno, provocó que se le impusiera una prima de 10.375% sobre los 2,000 millones de dólares en bonos emitidos a 10 años.
En comparación, los bonos soberanos de vencimiento similar se emitieron a 5.3%.
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Apoyo del gobierno
En 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a ayudar con los pagos de la deuda adquirida por Pemex para liberar fondos que le permitan a la compañía invertir en exploración y producción, objetivo que la actual administración federal busca impulsar.
Sin embargo, las altas ganancias registradas durante los primeros nueve meses del año pasado, de 9,600 millones de dólares, provocaron que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) indicara que la paraestatal podría cumplir con los pagos de su deuda sin apoyo.
Posteriormente, los precios del petróleo cayeron y fue entonces cuando el director general de Pemex solicitó a Hacienda un nuevo apoyo, el cual no llegó en enero y llevó a la empresa a recurrir al mercado.
Además, Pemex ha dicho que debe pagar unos 8,000 millones de dólares de deuda financiera este año y 8,700 millones de dólares el próximo.
Durante la actual administración, la petrolera ha recibido aproximadamente 45,000 millones de dólares en capitalizaciones, transferencias directas, exenciones de impuestos y otras contribuciones.
La empresa pagó en enero al menos ocho cupones de diferentes bonos que vencieron, así como 1,100 millones por el resto de uno emitido en 2013. En febrero vencen 13 cupones más y otros seis en marzo, según datos de Refinitiv Eikon.
Pemex tiene un adeudo de 105,000 millones de dólares, lo que la convierte en la petrolera más endeudada del mundo.
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Con información de Reuters