La llegada de Raquel Buenrostro a la Secretaría de Economía transcurre en un momento en el que deberá sacar adelante las consultas que solicitaron Estados Unidos y Canadá bajo el acuerdo del T-MEC; sin embargo, tiene otros pendientes: la política industrial y garantizar condiciones de competencia económica.
A finales de septiembre —todavía con Tatiana Clouthier al frente de la dependencia— se presentó el plan ‘rumbo a una política industrial’, medida que en el largo plazo aumentaría la capacidad productiva del país.
Más allá de este momento donde las negociaciones del T-MEC juegan un papel importante, la Secretaría de Economía no debe olvidar el resto de sus responsabilidades, dijo el presidente nacional del Instituto Nacional de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Alejandro Bringas.
Tienen que aprovechar esta nueva oportunidad, con un enfoque a una recuperación económica, a un desarrollo industrial regional. Trabajar con el sector privado y promover la inversión y creación de más empleos
planteó Bringas en conferencia de prensa.
Política industrial de largo aliento
La implementación de una política industrial en México deberá enfocarse en atraer más inversión en sectores tecnológicos y científicos, en momentos en los que la sustentabilidad es uno de los enfoques principales, de acuerdo con un análisis de México, ¿Cómo Vamos?
Diseñar esquemas para incentivos fiscales para la atracción de empresas hacia la región sur-sureste. Promover el desarrollo regional por medio de la inversión pública y privada, respetando al medio ambiente, los derechos humanos y la vocación económica de cada estado
indicó el observatorio económico
Una de las ventanas que se abren para México es el auge del nearshoring, en la que se deben continuar las negociaciones con la industria de semiconductores.
Aprovechar el nearshoring e interés de las empresas de otros países favorecería al comercio y “es momento de sumarnos a esta introducción a las cadenas de valor con productos mexicanos”, añadió Bringas.
Es una gran oportunidad. Deben ponerlo en su agenda (…) con un impacto importante en la reactivación económica que necesita nuestro país
dijo el directivo del IMEF.
Mejorar la competencia económica
Otro de los pendientes que deberá atender Buenrostro y compañía será mejorar la competencia económica con una regulación inteligente a fin de impulsar la actividad en la antesala de una desaceleración mundial.
Para 2023 el PIB de México podría crecer 1.3%, según un seguimiento realizado por EL CEO. Pese a esta expectativa de menor crecimiento, la Secretaría de Hacienda estima que la expansión será de 3%.
Hay grandes oportunidades para hacer más eficiente la regulación, pero más inteligente en la medida en que tengas un entorno que logre alinear las inversiones con las necesidades de la gente, ya sea en la economía nacional o extranjera es cuando se generan mayores beneficios
dijo el vicepresidente de estudios económicos del IMEF, Mario Correa.
Los especialistas de México, ¿Cómo vamos? Destacaron que además de garantizar las condiciones de competencia económica, se debe apostar por la apertura comercial y protección al consumidor.
Todo esto debe ir acompañado del respeto al Estado de Derecho, que va más allá de la Secretaría de Economía y corresponde también una tarea del Ejecutivo.