Mucho antes del inicio de la pandemia, Banorte había comenzado un análisis serio para regresar al Paseo de la Reforma luego de mudar y concentrar todas sus operaciones en un nuevo edificio en Santa Fe en 2005. 

Falta de servicios básicos en la zona, escasas vías de acceso y costos asociados con el transporte de personal a lugares más céntricos son algunas de las tantas razones por las que se trabajó en la opción, pero el punto más relevante en las intenciones de regresar es que Paseo de la Reforma había recuperado, parcialmente, el brillo como el punto neurálgico de la actividad financiera y bancaria del país luego de que se inaugurara la Torre BBVA en 2016. 

Además, en lo que se considera la avenida más importante de México habían quedado dos referencias muy importantes para el grupo financiero: el piso 45 en la Torre Mayor, donde incluso pagaron por varios años el ‘naming’ del icónico edificio, y desde donde operaba la casa de bolsa y atendían a los clientes más importantes; así como el edificio, más modesto, que ocupó Interacciones hasta antes de la fusión con Banorte, y desde donde operó por varios años el propio Carlos Hank González.

A inicios de 2014, incluso se habló de un potencial acuerdo para adquirir un terreno en la colonia Juárez, que finalmente no prosperó, y luego hubo versiones de la construcción de una torre en el predio que actualmente ocupa la llamada Sucursal Oro de Banorte en el pleno corazón de Paseo de la Reforma, pero sólo se quedó en planes.

Y aunque la pandemia y los esquemas de trabajo remoto aceleraron la evaluación, en el camino se encontró con dos grandes limitaciones: el destino del edificio actual de Santa Fe que justo por las nuevas dinámicas laborales de la zona el interés para una potencial venta es prácticamente nulo, tanto para un comprador como para un fideicomiso inmobiliario, y luego el más contundente es que toda la atención y recursos están concentrados en el proceso de venta de Banamex, ya que del resultado final dependerán muchas decisiones indirectas como la potencial mudanza, pero que no sería a la torre Citibank de Reforma, que actualmente está en remodelación y donde se concentrarán las operaciones restantes que mantendrá el banco estadounidense en México.

 

Otra atractiva opción es el predio donde por muchos años operó la casa de bolsa Accival, y que bien podría ser el nuevo centro de operaciones de Banorte en caso de quedarse con Banamex donde se podría cristalizar no sólo el regreso al Paseo de Reforma, sino los planes de convertirse en el segundo jugador más grande del sistema bancario del país.