La aceleración digital por la pandemia y la entrada de jugadores en el sector fintech impulsaron que más empresas en México acepten pagos con tarjeta de crédito o débito, además de incrementar las opciones para realizar transacciones, aunque el efectivo se mantiene a la cabeza.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN) 2021, el 45.4% de las unidades económicas en el país aceptan pagos con plásticos, lo que representa un incremento de 10 puntos porcentuales respecto a la edición de 2017.
En 2017 empiezan a tomar fuerza jugadores no bancarios como las fintech, la oferta digital de pagos comienza a acelerar. Para 2020 llega la pandemia y nos hace buscar soluciones para no dejar de operar por el confinamiento
comentó en entrevista Ramón Martínez Juárez, docente de Finanzas y Banca en la Escuela Bancaria y Comercial (EBC).
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El ejercicio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) mostró que la Terminal Punto de Venta (TPV) es el principal dispositivo empleado para procesar estos pagos (41%), seguido por los lectores de tarjeta (9%) y celulares (8%).
Sin embargo, el uso de lectores de tarjeta creció al mismo ritmo que las TPV entre 2017 y 2020 (siete puntos porcentuales) mientras el uso de celulares repuntó ocho puntos.
En los lectores de tarjeta hay una elevada participación de agregadores fintech como Mercado Pago, Clip, Conekta, Sr. Pago (hoy propiedad de Konfío).
La encuesta apuntó que, en línea con el mayor uso de herramientas digitales, también se observa una mayor variedad de medios de cobro aceptados por las empresas. Por ejemplo, 73% aceptan transferencias electrónicas y 6% los pagos mediante códigos QR.
Por tamaño de la empresa, la aceptación de pagos con tarjeta fue mayor en las pequeñas (51%), seguidas por las medianas (50%) y grandes (45%); en tanto que las microempresas quedaron en último lugar, con 41%.
Informalidad y comisiones, barreras
Pese al aumento de los pagos con tarjeta, el efectivo sigue siendo el método más comúnmente aceptado (79%), algo vinculado tanto a las tarifas ligadas a los cobros con tarjeta como a la informalidad.
“Seguimos siendo un país donde el manejo del efectivo es alto y esto se debe a la informalidad, la pandemia trajo mucho desempleo. Esto implica que no tienen acceso a este tipo de productos”, dijo Martínez.
Agregó que particularmente en las empresas de menor tamaño, el peso de las comisiones de la transacción sobre sus ganancias limitan que reciban pagos con tarjeta.
Por esta razón, una mayor competencia que permita reducir estos montos ayudaría a que más comercios acepten plásticos.
Según la ENAFIN, la principal razón por la que el 55% de las empresas no aceptan pagos con tarjeta radica en que los montos de venta resultan elevados o solo aceptan transferencia.
También se considera la preferencia por el efectivo y montos de venta pequeños que, si bien resulta costoso, sus clientes no tienen tarjeta o no saben cómo obtenerlo.
Formas de pago de empresas
El efectivo también predomina, e incluso creció, como el principal medio que las empresas usaron para realizar gastos y pagos, al pasar de 65% en 2017 al 70% en 2020.
Algunas razones por las que prevalece su uso se debe a que el pago de contado con menores costos financieros asociados permite a las empresas más movilidad en el manejo de su inventario, mientras otras buscan reducir el pago de impuestos al evitar que las transacciones sean rastreables, apuntó Martínez.
Otros métodos crecieron su adopción entre las compañías, como la tarjeta de débito, que aumentó en 10 puntos porcentuales, a 19%, respecto a la encuesta previa; mientras el uso de tarjetas de crédito empresariales se elevó apenas un punto porcentual, a 15%.
El académico explicó que la diferencia en el avance de los dos productos obedece tanto a la practicidad y seguridad del uso de débito, como a que muchas pymes no reúnen los requisitos para recibir tarjetas de crédito o desconocen los beneficios de usarlo como alternativa de financiamiento.
Durante la presentación de la ENIF, la CNBV advirtió que el significativo uso de efectivo es una barrera para que las empresas accedan a otros productos.
Ha sido un factor que afecta a las cuentas de depósito y también inhibe a utilizar los medios electrónicos para el cobro con tarjetas, principalmente entre las microempresas, lo cual podría frenar su inclusión hacia otros productos financieros y evita la generación de un ecosistema financiero
dijo el presidente del regulador, Jesús de la Fuente.
El funcionario también reconoció la necesidad de atender e desconocimiento del sistema financiero que prevalece especialmente entre las empresas de menor tamaño y que limita su acceso al conocimiento de alternativas y sus beneficios.