La reciente degradación de Moody’s sobre los bonos de Petróleos Mexicanos (Pemex) afecta más al erario que a la empresa en sí, pues con o sin el grado de inversión, el gobierno dará la cara por la petrolera al momento de buscar financiamiento o bien, continuará sacrificando la inversión pública para sacar a la petrolera a flote.
Desde 2020, Pemex perdió el grado de inversión, lo que complica que pueda obtener financiamiento más barato para enfrentar sus deudas, un problema que aún no enfrenta la calificación crediticia de México, la cual aún está a dos peldaños de perder este grado.
Analistas consultados por EL CEO afirman que México no perderá el grado de inversión en el corto plazo; sin embargo, ven un debilitamiento de las finanzas públicas y de la economía mexicana por el ‘sacrificio’ que se tenga que hacer para tratar de salvar a Pemex, aunque la petrolera siga sin cumplir sus metas.
Difícilmente Pemex saldrá del agujero en el que está y no recuperará pronto el grado de inversión. Entonces, no tendrá mejores condiciones de mercado para buscar financiamiento
explicó Victor Gómez, experto en finanzas públicas y economista del ITAM.
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Al perder el grado de inversión, Pemex entra en un segmento del mercado de deuda donde hay emisores que tienen tasas o riesgos altos y ese mercado es menos líquido, es decir, tiene poco interés de los inversionistas, explicó Gómez.
Prueba de ello es la reciente colocación de bonos que hizo Pemex de 2,000 millones de dólares para pagar a proveedores, y de los cuales sólo lograron colocar 1,500 millones de dólares tras el anuncio de la operación.
Sin embargo, el apoyo a Pemex, representa recortar recursos en otros rubros de inversión, dijo el director de análisis económico de CIBanco, Jorge Gordillo.
El gobierno tiene un límite en el presupuesto para endeudarse y su estrategia es no endeudarse mucho, entonces lo que ha hecho es sacrificar inversión pública y gasto para ayudar a Pemex
dijo Gordillo.
Asumir deuda o sacrificar inversión
Como Pemex podría tener poca recepción para encontrar financiamiento en los mercados, el gobierno federal lo hará por la empresa lo que podría traducirse en nuevo endeudamiento y pago de intereses.
La preocupación por conseguir financiamiento surge ante el nivel de la deuda financiera que enfrenta la empresa productiva del estado, que al cierre del primer trimestre del 2022 rebasaba los 2.16 billones de pesos.
El endeudamiento de Pemex implica que el costo financiero de su deuda se eleve y para dimensionar este costo, durante 2021 se destinaron 142,079.1 millones de pesos, 38.6% más que en 2020, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda.
Otra opción que podría considerar el gobierno para apoyar a Pemex es continuar con las transferencias ‘patrimoniales’, lo que significaría ‘sacrificar’ recursos para otros rubros de inversión.
Durante 2021, de la inversión física que hace el sector público, el rubro de hidrocarburos fue el sector que más creció en 22.3% anual; mientras salud y educación cayeron poco más de 29% anual.