El camino de la inflación en Estados Unidos atraviesa por un tramo con un riesgo al alza, lo que puede provocar un desanclaje en las expectativas, es decir, más presiones para los próximos meses, de acuerdo con las minutas de la Reserva Federal (Fed) publicadas este miércoles de su reunión más reciente.
La posibilidad de que una inflación alta continua provoque el desanclaje de las expectativas de inflación a largo plazo se consideró como otro riesgo al alza para la proyección de inflación
dijo la Fed.
Hasta febrero, la inflación en la economía estadounidense se situó en 7.87% anual, el mayor nivel para un mismo mes desde 1981. Para el cierre de este año, la Fed prevé que la inflación esté en 4.3%, pero esto puede cambiar por diversos factores como el conflcto bélico entre Rusia y Ucrania.
“El conflicto conllevaba el riesgo de exacerbar aún más las interrupciones de la cadena de suministro y ejercer una presión adicional al alza sobre la inflación al impulsar los precios de la energía, los alimentos, y otros productos básicos”, agregó el banco central que preside Jerome Powell.
Bajo este panorama, varios de los integrantes de la Fed coincidieron que, en lugar de subir la tasa en 25 puntos base a un rango de 0.25% a 0.50% en la reunión de marzo, el incremento hubiera sido en 50 puntos base, una medida que se puede observar en la decisión de inicios de mayo.
Es decir, se requería de una postura más restrictiva, lo que en el argot de la política monetaria se conoce como una postura más ‘hawkish’ o de ‘halcón’.
De aplicar un aumento a la tasa en 50 puntos base, esta se ubicaría en un rango de 0.50% a 1.0% y con cinco reuniones programadas más en lo que resta del año.
Muchos participantes señalaron que uno o más aumentos de 50 puntos básicos en el rango objetivo podrían ser apropiados en reuniones futuras, particularmente si las presiones inflacionarias se mantienen elevadas o se intensifican
planteó el Comité