Rodrigo A. Rosales y Miguel Moscosa
Ni el efecto rebote de la economía mexicana durante el 2021 evitó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ubicara como la peor gestión en materia económica en al menos los últimos siete gobiernos.
Si bien el 2020 fue un año marcado por los efectos negativos de la pandemia del COVID-19 a nivel mundial, en México se mantenía un entorno poco favorecedor para las inversiones, lo que complicó una mayor recuperación en 2021.
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El PIB de México promedió una contracción anual de 1.2% en sus tres años al frente del país, escenario que no se pudo revertir con el efecto rebote del 2021 que avanzó 5.0%, tras registrar dos caídas al hilo: 8.4% en el 2020 y 0.2% en el 2019.
Análisis CEO consideró el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) de los primeros tres años de cada gobierno con datos ajustados por estacionalidad y a partir de 1980, año hasta donde tiene registro el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De esta manera, considerando el promedio de las tasas de crecimiento anual entre el 2018 y el 2021 del PIB, se observa una caída de 1.2%, lo que posiciona al gobierno de AMLO con el crecimiento más bajo, al menos desde la administración de Miguel de la Madrid.
La cima en crecimiento del PIB es para Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), con un avance de 4.3% en sus primeros tres años al frente de la silla presidencial.
Durante su gobierno resaltan ejes económicos como el programa Solidaridad, disminución de tasas impositivas, el comienzo del proceso de privatización, tipo de cambio fijo como ancla antiinflacionaria y las negociaciones del TLCAN.
El segundo del podio es Enrique Peña Nieto, quien en sus primeros tres años de gobierno (2012-2018) reportó una media anual de 2.6% real del PIB. En este periodo se llevaron a cabo reformas al sector de telecomunicaciones y energético.
Sin embargo, el sexenio de Peña Nieto también fue marcado por el alto endeudamiento del país.
El bronce en dinamismo económico es para Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), con una variación promedio del PIB de 2.4%. Su mandato fue marcado por la devaluación del peso y la gran deuda pública que originaron la crisis económica de 1995.
A ello, se suma la insurrección zapatista en Chiapas, pero además el esquema de libre flotación del peso y al TLCAN -herencia Salinista- como un impulsor que puso a México en los ojos del mundo.
¿Cuándo se recuperará la economía?
El 2021 se caracterizó por la aparición de nuevas variantes del COVID-19, como delta y ómicron, las cuales frenaron el dinamismo de la economía. En el tercer trimestre el PIB cayó 0.4% y en el cuarto trimestre 0.1%.
Creemos que el PIB va a mejorar desde el primer trimestre. La racha de dos caídas consecutivas trimestrales terminará en el primer trimestre y tendrá un PIB más alto que en el cuarto trimestre de 2021
dijo Alonso Cervera, economista en jefe para América Latina en Credit Suisse.
El economista subrayó que si bien la economía se contrajo no se puede hablar de una estanflación o recesión, pues no hay una afectación profunda en los demás sectores de la economía.
Cervera consideró que la mayor parte de la debilidad al cierre del 2021 estuvo en el sector servicios, principalmente por los cambios a la ley del outsourcing, cuyas caídas “ya pasaron”. Para todo el 2022, Credit Suisse estima un crecimiento del PIB de 1.7%.
Recuperación será en forma de W
En el abecedario de la recuperación económica, México se perfila más a que sea en forma de ‘W’, ya que primero se reflejó una caída en el segundo trimestre de 2020 y un año después el rebote, pero al cierre del año pasado se observó una desaceleración.
No va a ser una W perfecta porque para eso tendríamos que haber observado una caída significativa del PIB de la misma magnitud del segundo trimestre y eso no sería deseable
dijo en videoconferencia la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller.
¿Qué está paralizando la economía?
Antes de que iniciara el gobierno de López Obrador, algunas decisiones como la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco en octubre de 2018 y antes de su toma de protesta como presidente, los inversionistas veían con cautela al país.
Su política de austeridad generó no solo recortes a la burocracia, sino también a la inversión pública y con programas sociales sin efecto multiplicador en los sectores productivos.
El crecimiento presupuestario de sus obras faraónicas como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y la Refinería de Dos Bocas, han mermado los recursos públicos para otros sectores de igual o mayor relevancia para el país.
Con la llegada del COVID-19 en el 2020, este panorama se complica, ocasionando la peor crisis económica en la historia del país, ya que desde el 2019 la economía mexicana estaba en terrenos negativos.
Al inicio de este año, el gobierno morenista apuesta por el efecto de las remesas en el consumo privado y por una reforma a la industria eléctrica que busca que la Comisión Federal de Electricidad sea la empresa preponderante para generar, transportar, distribuir y comercializar la electricidad requerida en el país.