El gobierno de Joe Biden exhortó al Congreso a adoptar una ley que ayude a la fabricación en Estados Unidos de productos esenciales como los semiconductores, señalando que los industriales tienen sus reservas de estos componentes electrónicos en niveles alarmantes.
Una investigación del Departamento de Comercio entre industriales, incluyendo los fabricantes de automóviles y los fabricantes de aparatos médicos, arrojó que el inventario promedio pasó de stocks de 40 días en 2019 a menos de cinco días en 2021.
“La única solución para resolver esta crisis a largo plazo es reconstruir nuestras capacidades de fabricación” en Estados Unidos, sostuvo la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, en un comunicado.
Estos chips son esenciales para muchos sectores y productos que van desde autos a smartphones, pasando por equipos médicos e, incluso, aspiradoras.
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¿Cómo afecta la escasez de chips en el mundo?
Las empresas del sector tienen inventarios para cinco días, frente a los 40 que había en 2019; una interrupción en una fábrica de semiconductores en alguna parte del mundo que dure un par de semanas tiene el potencial de hacer que se pierdan trabajos de manera temporal en las fábricas que necesitan de esos insumos.
Si una ola de COVID-19, una catástrofe natural o la inestabilidad política perturbara una fábrica extranjera de semiconductores, aunque fuera por algunas semanas, eso podría llevar a cerrar una fábrica en Estados Unidos, poniendo en peligro a los trabajadores estadounidenses y sus familias
,indicó el departamento en un comunicado.
Además, la escasez contribuye al encarecimiento de los bienes y servicios, es decir, a la inflación.
Empresas como Toyota ya están padeciendo los estragos de esta crisis, por ejemplo, este año tenía planeado producir 700 mil vehículos y solo podrá fabricar menos de una cuarta parte.
Biden propuso invertir 52,000 millones de dólares para revitalizar la industria local de semiconductores.
Y en México
La escasez de semiconductores y las presiones inflacionarias que se viven a nivel global auguran un camino largo para el sector automotriz, pues no solo se verá frenada la producción, sino también la venta de autos en México.
Para el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales Zárate, el sector automotriz mexicano recuperará los niveles de producción y ventas prepandémicos hasta el 2024.
La industria se vio afectada por una atípica demanda de semiconductores, uno de los principales componentes de los autos, computadoras, tablets y otros dispositivos, que con el confinamiento por la pandemia, se elevó su demanda y generó escasez en el mercado de chips.
De la mano de esta crisis, se presentó un aumento generalizado de los precios que se trasladó al sector automotriz. De acuerdo con el Inegi, la inflación de vehículos se elevó a 8.67% anual en diciembre del 2021; mientras que la inflación general del país fue de 7.36%.
Inicio del problema
La crisis de semiconductores comenzó en 2020, cuando los sectores automotriz y tecnológico se reactivaron luego de estar suspendidos por la pandemia de COVID-19.
Con la demanda de componentes de estos sectores se reanudó, pero los fabricantes de estos ya estaban operando al máximo de su capacidad, abasteciendo a las industrias de telecomunicaciones y de electrónica, que en la pandemia experimentaron una mayor demanda.
La secretaria de Comercio de EU, Gina Raimondo, reconoció que “no están ni siquiera cerca de estar fuera de peligro” del problema, después de realizar un sondeo a 150 productores mundiales de estos insumos.
Algunas compañías como Intel estiman que la escasez se extenderá hasta 2023. La demanda de estos chips en 2021 registró un aumento del 17 % frente a 2019, según los datos del gobierno estadounidense.
Intel anunció el viernes una inversión masiva de 20,000 millones de dólares para producir estos componentes en Estados Unidos, pero recién estarán operativas las instalaciones en 2025.
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Con información de Diego Aguilar, Miguel Moscosa y AFP.