Las tarifas de electricidad que pagan tanto los consumidores residenciales como los industriales se elevarán si el gobierno se enfoca en fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la reforma constitucional que está por presentar.
En su Tercer Informe de Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que este mes presentará una reforma constitucional para fortalecer a la CFE, y se prevé que busque impulsar a las plantas de generación de energía de esta empresa, pese a que su operación es más costosa respecto a las renovables, lo que terminaría reflejándose en las tarifas que pagan los usuarios.
Analistas consultados recordaron que la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) de febrero pasado -que entró en vigor, pero se encuentra suspendida por los jueces tras los amparos que promovieron algunas empresas- buscaba que en la generación de energía, el despacho iniciara con la CFE. Hasta antes de la reforma, se daba prioridad a las empresas que ofrecían la energía más barata.
David Crisóstomo, analista de gas y electricidad de IHS Markit, comentó que la desventaja del orden de despacho que se estableció con la reforma es dejar de lado la generación que es más económica, ya que se quiere dar prioridad a las centrales de CFE. Pero esta nueva dinámica podría elevar las tarifas de los usuarios.
La tarifa final que tienen los consumidores tiene una serie de costos y un costo principal es la del costo de generación. Si en un criterio de despacho económico se despachan las centrales más económicas, el componente de la tarifa final será baja
comentó.
Por el contrario, si se ponderan las más caras, el componente de la tarifa va a ser más alta y los consumidores pagarán más de lo que pagan ahora.
¿Qué se requiere para bajar las tarifas?
David Crisóstomo sostiene que es necesario mayor participación de energías limpias y económicas en México y una transición frontal hacia ellas para que en el tiempo la electricidad que pagan los consumidores residenciales e industriales sea más baja.
Es un proceso largo, pero debe ser continuo para que se pueda alcanzar. A nivel mundial se está viviendo un proceso de descarbonización de las economías
mencionó el analista.
En México se está perdiendo valor y tiempo en transitar de una forma más frontal hacia un sector eléctrico que tenga mucha más participación de generación limpia y va a haber otras áreas de la economía que se van a ver afectadas, advirtió.
Adicionalmente, el sistema eléctrico mexicano necesita expandir su red de transmisión y analizar al sistema de subastas que fue suspendido desde el 2019.
Con las subastas se quería ir reemplazando la generación que actualmente CFE Generación le vende a costos altos a CFE Suministrador Básico. Las subastas eran un mecanismo donde CFE Suministrador Básico compraba energía, potencia y certificados de energía limpia a participantes, incluidos privados y CFE generación.
Paul Sánchez, analista del sector energético, comentó que lo que se requiere para mejorar al sector eléctrico es definir a un regulador fuerte y que no esté a las órdenes del presidente.
A su vez, necesitamos una ley que permita hacer eficiente el mercado eléctrico mayorista y generar más proveedores para que los consumidores no estén atados a CFE
mencionó.
Tiene CFE 84% de la energía que consumen los mexicanos
La CFE controla 84% de la energía que se consume en el país y 46% de esa energía viene de plantas que son propiedad de Pemex. A su vez, en el sector eléctrico participan plantas de propiedad privada que contrató CFE.
Paul Sánchez explicó que esta distribución deja claro que hay interés del gobierno de que no haya otra empresa generando ni vendiendo energía eléctrica.
Pero eso tiene muchas limitaciones para efecto de la competencia del país, para el desarrollo de nuevos proyectos renovables, y le pega no sólo a la posibilidad de tener tarifas baratas en el futuro, sino también en avanzar en la transición energética y la generación de energía eléctrica
señaló Sánchez.
Es probable que la reforma que planea presentar el presidente se encaminará a fortalecer la ideología de que no haya participación externa, pese a que es evidente que el control de la energía eléctrica del país está en CFE, sin que sea rentable para los mexicanos, reiteró.