Nota del Editor. Este texto fue publicado a las 5:00 am y se actualizó con datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de 2018.
El esquema del Cobro Digital (CoDi) impulsado por Banco de México (Banxico) como ‘la nueva forma de pagar de México’ no ha logrado la meta que se estableció desde hace dos años, pues el alto uso de dinero en efectivo, la informalidad y la baja bancarización impiden que esta aplicación móvil pueda ayudar a mejorar la baja inclusión financiera del país.
Al cierre del 24 de agosto de 2021, Banxico reportó 10 millones 175,694 cuentas validadas, es decir, que pueden generar mensajes de cobro y que se encuentran asociadas a un dispositivo enrolado. Dichas cuentas representan el 56.5% de la meta que se estableció en 2019 para lograr en 2020.
De las 28 millones de transferencias que se esperaban lograr en 2020, al cierre del 24 de agosto de este año, se han reportado 2.81 millones de transferencias, es decir, el 10% de la meta.
El 60% de las cuentas se encuentran registradas en BBVA; mientras que el 17% en Bancoppel, 12% en Banamex y el 11% en otras instituciones bancarias, de acuerdo con datos del banco central.
La cantidad de transacciones por CoDi, ‘es prácticamente nada para un sistema de pago que todos los días tiene millones de transacciones’, comentó Federico Rubli Kaiser, economista del ITAM.
Este número de transacciones dan cuenta de que su uso no ha evolucionado de acuerdo a su expectativa, además de que los tiempos de la transacción siguen siendo altos en algunos casos, cuando lo que se prometió es la rapidez del mismo
Al 24 de agosto de este año, 618,594 cuentas han realizado al menos un pago, mientras que 528,956 ha realizado al menos un cobro.
Para el economista, el consumidor mexicano no es muy dado a innovar, y sobre todo si se trata de servicios bancarios, prefiere una transferencia o el uso de su tarjeta de débito para pagos a usar o implementar CoDi como un instrumento de bancarización.
Si bien la pandemia pudo hacer más atractivos los medios digitales, la bancarización no necesariamente es alta en México.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de 2018 del INEGI revela que el 68% de la población entre 18 y 70 años de edad en México cuenta con al menos un producto financiero, que se refiere a la tenencia de una cuenta bancaria, un crédito formal o un seguro o cuenta de ahorro para el retiro.
Sin embargo, por número de servicios, el porcentaje se reduce significativamente.
Efectivo, un freno
Por más que haya una mayor oferta de servicios digitales, la gente va a preferir el uso de efectivo, dijo Jorge Sánchez Tello, director de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef).
Al analizar la implementación de la tecnología en el sistema financiero, el principal hallazgo radica en que, desafortunadamente en México, el 93% de las operaciones que hacen los mexicanos son con dinero en efectivo, lo que durante la pandemia solo se redujo a 86%, según datos de Banxico.
En México hay poco más de 30 millones en la informalidad que usan el efectivo motivados por evadir la fiscalización, un sistema de pago que pone en desventaja a CoDi, además de las transferencias SPEI o pago con tarjeta de débito o crédito, lo que revela la educación financiera del mexicano.
El uso de efectivo en economías tan desarrolladas como Singapur funciona porque, pese a ser un país con una alta penetración tecnológica y conectividad, la gente prefiere el uso de efectivo, al igual que en México, aunque siendo un país con menos recursos a nivel tecnológico.
Lo que falta
Para Rubli Kaiser, a CoDi le ha faltado una mayor difusión, una campaña clara por parte de los bancos y del propio Banxico, que explique los beneficios que se pueden obtener como usuario.
Estamos viviendo un cambio de paradigmas, un hecho que la pandemia ha acelerado, por lo que puede haber un crecimiento exponencial en este tipo de servicios
dijo por su parte el investigador de Fundef