Bio Pappel, la mayor empresa fabricante de papel de Latinoamérica y conocida en México por los cuadernos Scribe, está a un paso de delistar sus acciones de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), en la fecha de su 27 aniversario dentro del mercado de capitales. La organización debutó en bolsa en julio de 1994.
Miguel Rincón, dueño, presidente y director general de la compañía, es la persona detrás de la decisión, motivado por los pocos frutos obtenidos de ser una compañía pública.
Rincón, uno de los empresarios más cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador, encontró pocas razones para la estadía de su compañía en Bolsa. Los factores que orillaron a la resolución fueron: una baja bursatilidad en el precio de sus acciones; las estrictas medidas regulatorias de la BMV y lo costoso de su mantenimiento en la misma, así como los escasos beneficios como una fuente de financiamiento.
Lo más sencillo para Bio Pappel era levantar el capital que tenía colocado para convertirse en una empresa privada. No tenía las ventajas que debería tener una compañía al ser pública
dijo Carlos Hermosillo, analista independiente.
Amin Vera, analista en BW Capital, comentó que la empresa presenta una baja bursatilidad, es decir, muy poca actividad entre los operadores de acciones.
“La empresa puede encontrar más facilidades para la toma de decisiones al ser privada, que convocar a toda una asamblea de accionistas y que se voten aspectos sobre el futuro de la compañía. Le da un mayor control”, dijo.
No obstante, la situación no fue siempre así. Hace menos de dos años, la empresa celebraba por lo alto su cuarto de siglo dentro de la Bolsa Mexicana de Valores y exaltaba la transición de una empresa familiar a una cultura institucional con el propósito de “crear valor compartido”. Ahora, toma el camino contrario.
Era 1994 y el país parecía hundirse en un abismo sin fondo y en ese entorno Bio Pappel apostó por México al listarse en la BMV. Tiempos difíciles siempre han sido tiempos de oportunidad para la empresa
comentó Rincón en diciembre de 2019.
El empresario hacía referencia al ambiente de incertidumbre que imperaba en el país, marcado por el inicio del Movimiento Zapatista, el asesinato del candidato presidencial priista Luis Donaldo Colosio y en vísperas de una crisis económica nacional.
Salida de Bio Pappel, sin sorpresa
La partida de Bio Pappel de la BMV no resultó sorpresiva, pues de acuerdo con analistas, su baja bursatilidad era algo que arrastraba desde hacía años.
Vemos empresas que a pesar de tener años cotizando, no se veía reflejado en el precio de sus acciones, así como la participación del público inversionista
dijo Juan Rich director de análisis y estrategia bursátil en Banco Ve por Más.
Durante gran parte de su historia en el mercado accionario, el precio de las acciones de la compañía se mantuvo entre los 10 y los 30 pesos, reflejo de su bajo nivel de transacciones.
Para Rich, debe de haber una mayor cultura financiera del lado de los empresarios, como el de inversionistas, para evitar más salidas de empresas para generar un circulo virtuoso.
Diría adiós en breve
En septiembre de 2020 la firma anunció que la empresa afilada, Enverlis, lanzó una oferta pública de adquisición (OPA) que concluyó con el control del 97.21% de las acciones de la papelera. Esto marcó el inicio de su baja de Bolsa.
Para noviembre de ese año se hizo pública la cancelación de sus acciones en el listado de valores autorizados para cotizar en la BMV, además de la solicitud para retirar su inscripción del Registro Nacional de Valores; mismo que fue aprobado en junio pasado.
Este mes Everis finalizó su segunda OPA con lo que elevó su participación a 99.73% en Bio Pappel. Luego de este movimiento, la empresa de Rincón está más cerca de cancelar su registro, el cual “espera concluir en los próximos días”.
Otras empresas que también encontraron en una OPA una salida de Bola