Desde que Anheuser-Busch InBev (AB InBev) adquirió SABMiller por 105,000 millones de dólares en 2016, la empresa afirma producir una de cada tres cervezas elaboradas en el mundo, pero el director de estrategia y tecnología, David Almeida, dice que hasta hace poco, el fabricante de la bebida era un negocio de baja tecnología que corría el riesgo de quedarse rezagado, de acuerdo a una entrevista concedida a CNN Business.
“Sentimos que no éramos realmente un sujeto posible de una disrupción masiva, como lo son las grandes empresas de tecnología”, dijo el directivo.
Ante ese panorama, la dueña de marcas como Budweiser, Stella Artois y Corona, ya invierte de manera agresiva en tecnologías digitales.
“Lo primero que hicimos cuando empezamos a pensar en la transformación de nuestro negocio fue salir a estudiar a empresas digitales y dedicar tiempo a comprender qué estaban haciendo, por qué estaban ganando, por qué tenían éxito”, comentó.
Añadió que altos ejecutivos de la cervecera pasaron semanas en centros tecnológicos de Palo Alto, California y Shenzhen, China, en 2019 “realmente sumergiéndonos en ecosistemas digitales muy avanzados”. Uno de los resultados de esos viajes fue la apertura de un centro de innovación tecnológica en Palo Alto, corazón de Silicon Valley, de nombre “Beer Garage”.
Expedición a Silicon
Almeida espera que al establecer este centro del mundo digital, AB InBev pueda extraer ideas nuevas de empresas tecnológicas y buscar nuevos talentos para contratar. Así fomentar la colaboración, al organizar “sesiones de ideación”, donde los innovadores tecnológicos y los estudiantes locales puedan presentar ideas para mejorar el negocio.
“El Beer Garage ha sido un movimiento visionario de nuestra empresa para tratar de crear conexiones con líderes digitales”, comentó Almeida. “No solo los líderes digitales, sino algunas de las personas que están en estas universidades que realmente están tratando de cambiar el mundo y resolver problemas”.
De forma paralela al trabajo en Beer Garage, AB InvBev ha lanzado otros proyectos para mejorar la eficiencia e toda la empresa, incluido un sistema de “cervecería virtual”, desarrollado en conjunto con Microsoft.
El modelo se prueba en dos fábricas de cerveza, que utiliza sensores colocados alrededor de las instalaciones para crear el proceso de producción en un “gemelo digital” generado por computadora. Esta cervecería virtual hace uso de inteligencia artificial para identificar problemas con variables como presión o temperatura, para que puedan solucionarse en tiempo real.
Si bien ese proyecto está a la vanguardia de la tecnología emergente, el mayor enfoque de la compañía es ayudar a integrar análisis más básicos en las operaciones de muchos de sus clientes: bares, supermercados y restaurantes.