Durante la reunión que sostuvo la cúpula de The Coca-Cola Company con el presidente Andrés Manuel López Obrador el 21 de agosto, se abordó uno de los temas más ríspidos con el sector privado: la cruzada contra los alimentos y bebidas ultraprocesados.
James Quincey, CEO de The Coca-Cola Company, Brian Smith, director global de operaciones y Roberto Mercadé, nuevo director general de Coca-Cola México estuvieron presentes en la reunión, en la que se abordó la agenda de salud pública del presidente y las medidas que tomará la empresa para alinearse a ésta.
En conjunto con el gobierno, apoyaremos la agenda de salud pública para promover que las personas tomen decisiones informadas sobre su alimentación, consumo de azúcar e ingesta calórica
compartió la empresa en un comunicado.
La empresa de refrescos con mayor presencia en el mundo dijo que a través de campañas de comunicación apoyará la educación sobre el consumo informado de opciones y porciones para cada persona, al impulsar el consumo de bebidas bajas en calorías.
Desde que asumió la presidencia, López Obrador ha remarcado la importancia de una buena alimentación entre los mexicanos y puso sobre la mesa la modificación a la NOM-051 (norma) para un etiquetado frontal de advertencia para los alimentos y bebidas altos en calorías, grasas saturadas, sodio y azúcares. El propósito era bajar los altos niveles de obesidad en el país y la reducción de enfermedades relacionada a esa condición.
La iniciativa privada nacional fue uno de los opositores a la norma, pues decían que los objetivos para reducir el consumo de los alimentos conocidos como ‘chatarra’ no se lograrían, al tomar como ejemplo el caso de Chile; que no fueron tomados en cuenta para el nuevo diseño; la pérdida de competencia entre las empresas y un gasto para las compañías que rondaría los 5,000 millones de pesos.
Incluso el mayor embotellador de Coca-Cola en el mundo, Coca-Cola Femsa, interpuso un juicio de amparo a finales de agosto para detener la entrada de vigor de la norma, que se tiene prevista para el primero de octubre próximo.
No obstante, The Coca-Cola Company dijo que hasta que acabe el actual sexenio trabajará en la reformulación de sus bebidas para dar prioridad a aquellas con bajos contenidos calóricos y de azúcar, lo que repercute de forma directa en su socio Coca-Cola Femsa, pues la mexicana le reporta cerca del 12% del volumen total a la estadounidense.
Además, de 2020 a 2024 continuaremos trabajando en la innovación de productos para reducir calorías y fortalecer nutrimentos. Actualmente, el 66% de nuestras 70 marcas son bajas o sin calorías, un 20% más que en 2018
compartió The Coca-Cola Company en su comunicado.
Aunado al nuevo etiquetado, en los congresos locales de Oaxaca y Tabasco prohibieron la venta de comida y bebida ultraprocesada a menores de edad y se puso sobre la mesa la posibilidad de extender la ley a nivel federal.
Nos mantendremos abiertos a continuar el diálogo con los distintos actores para trabajar juntos hacia delante
dijo Mercadé, en el comunicado.
Coca-Cola apoyará a la reactivación de la economía
La estadounidense también dijo que apoyará a más de 1.2 millones de pequeños comercios -tienditas, puestos de comida y fondas- lo que beneficiaría a cerca de 3 millones de familias que viven de ellas.
El apoyo llegará en forma de infraestructura, digitalización, formación y créditos para fortalecer los pequeños negocios y así, elevar sus ventas.
Aunado a esto, The Coca-Cola Company incrementará la compra de insumos al campo mexicano, como leche, frutas, semillas y café que están presentes en sus productos, con la ayuda de prácticas de agricultura sustentables en los próximos cuatro años.
Nos encontramos en un momento clave para coordinar esfuerzos con el gobierno para impulsar la reactivación económica del país y la orientación nutricional de los mexicanos
comentó Mercadé.
Con la integración de materia prima nacional, la firma espera alcanzar 25 billones de pesos en productos, en sustitución de importaciones y generará más de 30,000 empleos directos para 2024.