El sector fintech enfrenta nuevos retos: la sobresaturación de tres subsectores: pagos, bancos digitales y préstamos y el fondeo, que se concentra solo en estos, principalmente en México.
México es el segundo país con mayor número de empresas fintech en la región Latinoamérica detrás de Brasil con 249 y 498 fintech respectivamente, según el KoreFusion 2020 LATAM Fintech.
En México hay ocho de las 25 principales fintech financiadas en la región. Aunque, según Jan Smith, socio cofundador, preocupa la atención solamente en las tres categorías de préstamos, pagos y bancos digitales.
A nivel Latinoamérica hay 8,000 millones de dólares de fondeo, de los cuales el 75% está concentrado en dos sectores en particular: pagos y préstamos.
Si le agregamos bancos digitales se están llevando más del 95%. Por un lado esto entusiasma mucho, pero el sesgo hacia estos sectores merma las oportunidades para las otras categorías. Esto es algo preocupante para la comunidad fintech y para los inversionistas
Jan Smith
Otro factor que representa un reto es el peso de la banca extranjera versus la banca nacional. Las fintech, según Smith, sufren en buscar el primer capital nacional, lo que las obliga a tocar puertas de fondos internacionales y acceder a ellos logísticamente es más difícil.
Entre los próximo 18 y 24 meses no habrá espacio para crecer para las fintech, mientras que regrese el interés del fondeo.
“Habrá hibernación de las fintech con ideas muy válidas esperando que regrese el apetito del fondeo. Es tener un poco de paciencia. No significa que estas empresas mueran. Es más bien que no tendrán el espacio para crecer en los próximos 18 o 24 meses”, dijo Smith.
¿Cuáles son las oportunidades?
Pese a los retos, también hay oportunidades para las fintech, debido a que pueden aportar a las remesas, un sector en constante crecimiento, debido a que hay deficiencias en los jugadores tradicionales de este segmento.
Aquí las fintech registran el menor cobro de comisión para el envío de remesas
También en cuentas por cobrar y financiamiento de facturas, porque hay un déficit en el capital de inversión y de giro para empresas y pymes latinoamericanas. México no deja de ser la excepción.
“Casi 93% de las empresas tienen un déficit en estas categorías de capital y conseguir crédito bancario hay sido muy engorroso y hay que buscar maneras de cerrar esta brecha”, dijo Smith.