Los precios del petróleo subieron este lunes por señales de recuperación de la economía, pese a un aumento de casos de COVID-19 en todo el mundo y la reducción de recortes de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados.
El contrato de septiembre del WTI de Estados Unidos avanzó 1.8%, a 41.01 dólares por barril, y el crudo Brent del Mar del Norte para entrega en octubre ganó 1.5%, a 44.15 dólares, de acuerdo con datos de MarketWatch.
En el último mes, el Brent ha estado operando en un rango de entre 41 y casi 45 dólares. El viernes, el referencial europeo anotó su cuarto mes consecutivo de ganancias, mientras que el WTI hiló tres meses al alza.
Este lunes, datos del Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) mostraron que la actividad manufacturera en Estados Unidos se ubicó en 54.2 durante julio, la lectura más fuerte desde marzo de 2019, gracias a la reapertura de negocios.
Las cifras están en línea con la recuperación de la actividad febril en la zona euro y China.
“Si la actividad económica continúa fortaleciéndose, conducirá a una mayor demanda y eso será un impulso para el mercado”, dijo Gene McGillian, analista de Tradition Energy, citado por Bloomberg.
Sin embargo, las preocupaciones sobre un exceso de oferta aumentan, ya que la OPEP y sus aliados, un grupo conocido como OPEP+, aliviarán sus recortes de producción a partir de este mes.
Los miembros de la OPEP+ han reducido su producción en 9.7 millones de barriles por día desde mayo. Desde agosto, los recortes bajarán hasta 7.7 millones de barriles hasta diciembre, acordó el grupo a mediados de julio.
Los recortes se producen en medio de un disparo de contagios de COVID-19, que ha desacelerado la recuperación de la demanda, a medida que más países imponen medidas más estrictas para detener su propagación.
La cifra de casos de coronavirus en el mundo superó los 18 millones a nivel global, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins, y la tendencia alcista en el número de casos de coronavirus en Estados Unidos se mantiene.
Las autoridades australianas declararon el fin de semana estado de desastre en Victoria y anunciaron toque de queda en Melbourne, debido a un exponencial crecimiento en la tasa de contagios. En Manila, Filipinas, el gobierno optó por reimponer la cuarentena.
Con información de Reuters