Los esfuerzos del Servicio de Adminstración Tributaria (SAT), encabezado por Raquel Buenrostro, para acelerar la recaudación de los grandes contribuyentes han dado sus primeros frutos.
De enero a junio de 2020, el SAT recaudó 64,252 millones de pesos en efectivo de estos contribuyentes; 94% de lo recaudado fue por autocorrección, es decir, sin llegar a una instancia judicial y provino de 516 contribuyentes.
Las cifras se comparan con los 20,867 millones de pesos recaudados en el primer semestre de 2019.
Los datos del SAT muestran que, 6% de la recaudación de grandes contribuyentes derivó de procesos de judialización con la Procuraduría Fiscal, debido a defraudación fiscal. Por esta vía se recaudaron 3,579 millones de pesos de dos contribuyentes.
La pandemia del COVID-19 asestó un golpe a la economía mexicana, que ya arrastraba un 2019 complicado. Con este escenario, la mayor fiscalización, especialmente hacia los grandes contribuyentes, se convirtió en un elemento clave para evitar un desplome en la recaudación tributaria.
Desde hace años los grandes contribuyentes han representado un caso complicado para el fisco. No obstante, con la llegada de Buenrostro al SAT, Walmart de México, Femsa e IBM han sido algunas de las empresas que han pagado adeudos a las autoridades fiscales.
Los grandes contribuyentes son aquellos que hayan declarado ingresos acumulables para efectos del ISR iguales o superiores a 1,250 millones de pesos, que tengan acciones colocadas en la bolsa de valores; empresas productivas del Estado y las entidades de control directo; los servidores públicos pertenecientes al Servicio Exterior Mexicano y los que, por sus funciones, permanezcan en el extranjero más de 183 días; los organismos internacionales, así como los Estados extranjeros, y su personal diplomático y consular, según el Reglamento Interior del SAT.