El optimismo de los inversionistas se impone en los mercados accionarios, pese a que el impacto que tendrá el COVID-19 en la economía real será notorio este trimestre y el proceso de recuperación puede demorar años en algunos países.
De finales de marzo al viernes, el Nasdaq Composite, índice donde tecnológicas como Amazon, Apple y Microsoft tienen gran peso, acumulaba un rendimiento de 45%. La historia es similar para el S&P 500 y el Promedio Industrial Dow Jones, que registran alzas de 38 y 39%, respectivamente.
Me llama la atención la velocidad del rebote. Vimos a la Reserva Federal y bancos centrales, de manera orquestada, bajar la tasa de interés e inyectar liquidez. El mercado recordó que con estos colchones de liquidez se puede ver apoyado mucho tiempo
dijo Mauricio Giordano, director General de Natixis IM México.
La hoja de balance de la Reserva Federal (Fed) sumó 7.01 billones de dólares, el 17 de junio de este año. Antes de los temores por la pandemia y la inyección de liquidez para hacer frente a la crisis, la hoja de balance era de 4.16 billones de dólares, en febrero de este de este año.
La Fed no solo ha comprado bonos del Tesoro, ETFs o bonos respaldados por hipotecas, también comprará bonos corporativos para que las grandes empresas estadounidenses mantengan la liquidez.
La tasa de interés de la Fed se ubica en un mínimo histórico de 0.0-0.25%, y es muy probable que se mantenga sin cambios hasta 2022, de acuerdo con el último dot plot o diagrama de puntos, que publicó el banco central el 10 de junio.
Aún con el apoyo de los bancos centrales, los inversionistas esperan que el mercado accionario retroceda y estiman un retroceso de 7%, para el S&P 500. El comportamiento del índice se asemeja más a las modestas bajas observadas en 2018 que a las de 2008, cuando estalló la crisis financiera de Estados Unidos, de acuerdo con una encuesta de Natixis a 2,700 financieros de16 países.
En 2008, el S&P 500 cayó 38% y el NASDAQ Compuesto 40%.
El viernes, el índice ‘Miedo y codicia’, de CNNBusiness, se ubicó en ‘neutral’, situación más optimista que cuando llegó a ‘miedo extremo’, a finales de marzo. ‘Miedo extremo’ refleja la elevada aversión al riesgo de los inversionistas y el bajo apetito por activos como acciones.
El impacto sobre la economía no es tan claro. Temas como desempleo, regreso a la normalidad y cambios en industrias completas pueden generar volatilidad de manera importante, aunque puede ser que lo peor ya haya pasado para los mercados
comentó Giordano.
Miembros de la Reserva Federal, como Loretta Mester, presidenta de la Fed de Cleveland, dijo la semana pasada que la recuperación económica puede demorar hasta dos años.
Neel Kashkari, presidente de la Fed de Mineápolis, no espera que la recuperación económica de Estados Unidos sea ni fluida, ni fuerte.
La Fed espera que una contracción económica de 6.5% este año. En países como México, la recesión se estima en 7.8%, de acuerdo con la mediana de analistas que participó en la última encuesta de Citibanamex.